Ciencia política

Por Sigfrido Samet

Edurne Uriarte es profesora de Ciencias Políticas. También lo es Pablo Iglesias, pero los objetivos de ambos son diferentes.

La profesora escribió (La derecha desmoralizada, ABC 16-2-2016): “La derecha está desmoralizada hasta cuando gobierna con mayoría absoluta”. Prácticamente todos los analistas políticos utilizan las categorías izquierda/derecha. Y para muchos, el análisis político consiste en asignar (a un escrito, persona, o partido) una de estas etiquetas. Y algunos afinan aún más, percibiendo en la derecha un ala izquierda y en la izquierda un ala derecha. Así, Uriarte dice también en su artículo: “En ese ambiente, hasta Esperanza Aguirre se convierte en referencia de la izquierda (…) por su enfrentamiento con Rajoy.

Muchos ciudadanos critican a Rajoy, no por sus ideas, sino por sus acciones (o inacciones). Siguió la línea de Zapatero, poniendo a etarras en libertad, dejando crecer el separatismo catalán, limitándose a pasar el problema al Tribunal Constitucional, pero sin actuar; mantuvo la infame Ley de memoria histórica a pesar de gobernar con mayoría absoluta.

De la corrupción se habla mucho y con razón. Pero no se dice que, además de combatirla, lo fundamental es no crearla. Porque el campo abonado de la corrupción es la financiación de los partidos políticos y está reforzada por la dependencia absoluta de los diputados respecto de las cúpulas partidarias (en vez de responder a sus votantes).

Por lo tanto, si llamamos “izquierda” al PSOE, lo que se critica a Rajoy, es continuar con esa política “izquierdista”.

En mi opinión, un Gobierno puede ser bueno o malo (para los intereses del país y de los ciudadanos). Lo mismo sucede con los programas. El de Podemos no es malo por ser de “izquierda”, sino por requerir 68.000 millones de euros, que forzosamente provendrían de más impuestos. La clase media no puede soportar más impuestos. Proponer que los paguen los ricos es simple demagogia. Los ricos son quienes invierten, crean empresas, puestos de trabajo, etc.. Si se los exprime, se marcharán a otros países. Y esa fuga de capitales haría crecer el paro y ahogaría la economía.

Lo único bueno que hizo el gobierno del PP, es la “recuperación económica”. Pero no es como para batirla con bombos y platillos. Esa pequeña mejora (porque aún quedan casi cinco millones de parados y gran parte de los ocupados cobran sueldos miserables) fue posible gracias a:

1) Enorme aumento de la deuda externa.

2) Extraordinaria caída del precio del petróleo.

3) Interés cero (o aún negativo) del dinero.

A pesar de los analistas políticos, creo que asignar etiquetas no tiene nada que ver con su tema. Más aún, insisto una vez más en mi opinión de que “izquierda” y “derecha” podrían ser categorías éticas, pero nunca política. De ahí su dificultad de aplicación. Suele mencionarse al nazismo como paradigma de la “derecha”. Pero Hitler no era conservador; puso media Europa patas arriba. Fascismo, nazismo y comunismo, fueron votados y apoyados por sus “pueblos”. Y nazismo y comunismo, tienen más similitud entre sí, que el fascismo respecto al nazismo.