Por Ángel Zurita Hinojal
Ayer se conoció la fecha de la vuelta de la exitosa serie de TVE El Ministerio del Tiempo en su segunda temporada. Será el inminente 15 de febrero.
En su primera etapa, a pesar de no ser muy dado a ellas, la serie me entusiasmó. Tuve la suerte de ver el primer episodio y quedar enganchado. Suerte, escribo, porque creo que hay diferencia de calidad entre capítulos, pero la del primero compensó la de algunos siguientes que no estuvieron a su altura.
En la segunda temporada, se me hace que la actualidad y las tendencias políticas dominantes o triunfantes (no necesariamente las mismas) no juegan a favor del éxito de la serie.
Me hace recelar la más que posible implantación del Ministerio de las plurinacionalidades (a falta de los referéndum, que serían lo fetén), y anda, que puestos, estamos como en 1978, ¿por qué no plurinaciones?
Otra cosa hubiera sido con la orientación a futuro de los relatos, pero me temo que no irán por ahí.
Pero soñemos una misión facilita, que en 2016 el Ministerio envía a nuestros héroes a 2018, cuando la ruina de la vieja nación todavía fuera evitable. No para mantener la historia en su esencia sino para evitar su mancilla.
Ay Segismundo, bien que sueñas… ¡y los sueños, sueños son!