El aberrante Pedro Sánchez

Por Jesús Peón Cadavieco, Secretario del Colegio de Economistas de Asturias

El PSOE encabezado por Pedro Sánchez va camino de fraguar uno de los mayores disparates políticos imaginables. Una ruina para España.

El PSOE de Sánchez ha cerrado toda posibilidad de pactos e incluso diálogo con el partido ganador de las elecciones generales, bajo pretexto de una supuesta cerrazón y totalitarismo de Rajoy durante su mandato, para abrir, así, un periodo dialogante con supuestas fuerzas progresistas.

Nada más lejos de la realidad. Durante el mandato de Zapatero, el PSOE hizo el mayor alarde posible de desprecio al partido de la oposición en todas las cuestiones esenciales de Estado y de crucial interés social: Retirada de tropas de apoyo a países aliados, negociación con ETA, Estatuto Catalán, Ley de Memoria Histórica, Ley del Aborto y regulación del vínculo entre homosexuales, no permitiendo la entrada en vigor de la Ley de Educación de Aznar, para, luego, no ser capaces de obtener un consenso del PP en su nueva desastrosa Ley educativa. Por contra, recibió, sin demora, el visto bueno del PP en la aprobación de la reforma constitucional para preservar el necesario objetivo de equilibrio presupuestario. Y, sorprendentemente, también la connivencia de quien, habiendo ganado por mayoría absoluta, no tuvo el coraje de cumplir sus compromisos electorales de derogación de las nefastas leyes Zapatero.

El PSOE ha continuado este enfermizo y necio rechazo a cualquier diálogo y acuerdo con el PP durante el complicado mandato de Rajoy, negándose a colaborar sistemáticamente en la aprobación de todas y cada una de las duras medidas que demandaba la Unión Europea, encaminadas a salir del marasmo económico, financiero y laboral en que dejó sumida a España el calamitoso largo periodo Zapatero. Y no solo eludió el PSOE cualquier apoyo a las medidas dolorosas anti crisis, promovió además alianzas con grupos políticos anti sistema para escenificar amenazas de futura derogación de las leyes aprobadas. Y todo por Real Decreto; menudo talante.

Hasta aquí la síntesis de donde ha estado cada cual en actitudes de diálogo y sentido de Estado. Y entro ya en el presente, para subrayar el demencial proyecto de Pedro Sánchez, bajo pretexto de cambiar el rumbo, en la inacabada vital misión de completar la salida de la brutal crisis heredada de su partido.

Sostiene Sánchez que va a liderar un proyecto de cambio y de diálogo auspiciado sobre alianzas con grupos que se empecina en denominar progresistas: Podemos, Izquierda Unida y demás partidos residuales, separatistas y anti sistema.

De ellos, el más importante en representación parlamentaria, Podemos, además de apoyar las demandas de comicios independentistas del resto de socios, defiende rancios postulados comunistas, contrarios a los principios de los países democráticos occidentales, básicos en la Unión Europea: Nacionalización del Sistema financiero, de los medios de comunicación y de sectores productivos básicos (Telecomunicaciones y Energía). Supresión de la enseñanza concertada y acoso a la libertad de creencias religiosas e instituciones que la promueven o sostienen. Revisionismo total de la Transición política, así como de la actual constitución surgida de la misma.

Sr. Sánchez, abandone su vergonzoso empeño en gobernar a cualquier precio. Los españoles que amamos este país, incluidos la mayor parte de quienes votaron PSOE, no podemos permitir que su absoluta falta de sentido de Estado, abrazado a un partido financiado por gobiernos teocráticos y totalitarios, nos lleve a la bancarrota política, social y económica.