Master especializado en coaliciones

Por Ángel Alonso Pachón

Sr. Director

Somos un país de “órdagos”, especialista en “MUS”, con la única intención de ganar la partida, quedar como el más astuto y llenar las tertulias de burdas alusiones a los ignorantes contrincantes.

Las partidas de control apoyadas con cruces de señales no son propias de nuestros políticos. Aquí los sillones son imanes personales y entrecruzar las manos parece ser símbolo de debilidad.

Ganado el primer round, el de las papeletas electorales, los políticos se sienten poseedores del Parlamento, olvidándose que cada voto lleva un nombre, una idea, una ilusión y no son cartas de mus para jugar ellos su partida.

Aprender a poner sobre el tapete la “piel de toro” con todas sus características personales, regionales e históricas es la asignatura pendiente de los que entienden la política como el camino más rápido para prosperar personalmente.

Quizás lo primero que debería reformarse en la próxima legislatura sería la obligación, para todos los que deseen dedicar su vida a la política, de concurrir a un “master de coaliciones", en el que la asignatura fundamental sea conocer el idioma de todos y practicarlo.