Una Navidad laica no es posible

Por Alfredo Quintana Machín

Leo en varios medios de comunicación que en Valencia se celebró el pasado 3 de enero una cabalgata laica. Melchor, Gaspar y Baltasar han sido sustituidos por Libertad, Igualdad y Fraternidad. Imagino que esta noche a los niños valencianos les pondrán cava y turrones para cuando les traigan regalos, ¿o para eso se esperan a los tradicionales Reyes Magos que vienen la noche del 5 al 6 de enero?

Aunque el artículo 16.3 de la Contitución Española dice que ninguna confesión tendrá carácter estatal (aconfesionalidad del Estado), no les voy a llevar la contraria a esos que piensan que vivimos en un estado laico. Voy a ir más allá. Voy a explicarles las razones por las que la Navidad no puede tener carácter laico.

Tomando como referencia el diccionario de la Real Academia Española, en su primera definición, la Navidad es, en el mundo cristiano, una festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo. Otra de las definiciones que da dice que la Navidad es el tiempo comprendido entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos. Nada de reinas. Mal que les pese a algunos, la Navidad es una festividad cristiana en la que los creyentes celebramos el nacimiento de Dios. Todo invento de pueblos navideños, cabalgatas laicas y reinas magas es una manipulación que no tiene que ver con la Navidad.