Hazte amigo de un zorro...

Por José Ramón Ramírez Rubio (@elseisdoble)

Hoy ha despertado el día y, pese al frío, los pájaros cantaban en las copas de los árboles. Sin embargo ha llegado el arponero, con perdón, para bajarnos a la cotidianidad con un ruidoso despertador analógico de dos campanas.

Pedro J. Ramírez se hacía eco en EL ESPAÑOL de la reunión de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en la que los dos mandatarios han intentado esclarecer algo, si cabe, del galimatías postelectoral que nos ha dejado el 20D.

Si a mí alguien me hubiera llamado "indecente" ante millones de testigos y yo no lo fuera, jamás le convocaría para pedirle que me apoyara a conservar un cargo. Excepto si me dedicase a la política.

Si a mí alguien me hubiera llamado "miserable" ante millones de testigos y yo no lo fuera, jamás me reuniría con él sin una disculpa previa igualmente pública. Excepto si me dedicase a la política.

Ni el más cruel de los cachalotes hubiera resistido un arponazo tan certero, pero los políticos son sumamente raros, además de tener la piel muy dura...

Al cesar el estruendo de las campanas del despertador me ha rodeado un nimbo luminoso que me ha transportado a un pasaje de El Principito, ese libro de máximas que cualquiera debe leer antes de morir: 

“No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo”.