Que 2016 sea el año de Francia

Charles Platiau/Reuters

Charles Platiau/Reuters

Por Íñigo Val Eguren, profesor del Colegio Purísima Concepción de Logroño, @iValEguren

Si el objetivo básico del terrorismo es amedrentarnos y recortar nuestra libertad mediante el crimen, el camino más recto hacia su derrota es seguir haciendo lo que hemos elegido hacer. Aparte de la respuesta de las fuerzas de seguridad, el golpe más duro que pueden recibir los terroristas está en nuestras manos: los particulares podemos hacer que 2016 sea el año de Francia.

El pasado abril tuve la fortuna de visitar París. Después de los atentados del viernes, me alegro de cada euro que gasté allí y me he propuesto mi propia estrategia “bélica”: volver lo antes posible a Francia y, si puede ser, a su capital. Ojalá se bata el récord de turistas, que la Eurocopa sea un éxito (con los estadios abarrotados) y que si no la gana España, que sean los bleues quienes lo hagan (con goles de Lass –que ha perdido una prima-,  Griezmann –que casi pierde a su hermana- y de paso quizá Valbuena –si se demuestra que fue chantajeado-). Un éxito del Équipe de France me alegraría casi tanto como el de nuestros compatriotas. Ya tendremos tiempo de ganar en Rusia la segunda estrella de campeones del Mundo. Sería fantástico ver un Saint Denis tricolor y los Campos Elíseos tomados como en 1998, cuando ganó el Mundial aquella selección que dañaba la vista del poco recomendable Le Pen.

Voy a estar muy atento a las oportunidades de viaje a los partidos de la Eurocopa. Ya lo tenía pensado y ahora me han dado el empujón definitivo. Esa va a ser mi respuesta bélica y me encantaría que millones de "soldados" hicieran lo mismo. Cada euro gastado va a ser una delicia, todas las entradas compradas serán medallas en el uniforme, todo segundo pasado en el Hexágono tiempo de resistencia... Espero tener que hacer cola en el Louvre, esperar para que me den mesa en los restaurantes, que en Notre Dame tengan que pedir más remesas de formas para consagrar, no encontrar los mejores libros del año en las librerías de Saint-Germain…

Este último fin de semana hemos demostrado que somos mejores que los terroristas. A la vista de todos están los hechos: policías y militares de tamaño rugby jugándose la vida para proteger a las víctimas, hogares abiertos a los desconocidos entrampados en los aledaños del estadio, colas para donar sangre, taxistas que no cobraron sus carreras... Obama, Merkel, nuestros Reyes y un sinnúmero de particulares han apoyado al pueblo francés. No nos dejemos insultar por los de la cantinela islamófoba: ningún ciudadano salió de caza al musulmán tras los atentados de Nueva York, Madrid, Londres o París-Charlie Hebdo; y es indecente insinuar que ahora lo pudieran hacer los parisinos. Ya quisieran los cabecillas de los terroristas que actuásemos así. No lo haremos. Haremos lo posible para seguir viviendo como antes del viernes. Que nuestras fuerzas de seguridad hagan el resto. Vive la France!