Pierdes mucho más que una carrera

Reuters/Olivia Harris

Reuters/Olivia Harris

Por Ignacio Asensi Pallares

El viernes por la noche, en una cena con amigos, teníamos una bonita discusión sobre si Rossi era ya una leyenda del deporte o no. Algunos de nosotros decíamos que no, que no era una leyenda, que el comportamiento que había tenido en la rueda de prensa del viernes junto a otras muchas actuaciones no le situaban a ese nivel. Mientras, otros decían que por supuesto que sí y que debido a su trayectoria y a la temporada que está haciendo lo apoyarían a él por encima de los españoles. Que el italiano es un buen piloto y ha marcado una época no lo dudo, que no es un buen deportista, ahora mismo tampoco.

Tras una temporada en la que ha aprovechado los problemas mecánicos de los compañeros, así como sus caídas, el italiano se encontraba ante la que puede ser la última oportunidad de ganar el campeonato de su carrera. En estas últimas carreras ha visto como Lorenzo recortaba distancias y ha ido saliendo el verdadero Rossi. Su fea estrategia comenzó en la rueda de prensa del jueves, en la que acusó a Márquez de querer hacerle perder el campeonato en favor de Lorenzo.

Siempre se ha dicho que Rossi es un experto en las ruedas de prensa, pero en esta ocasión se pasó de frenada, tratando de ganar fuera de la pista lo que se le escapaba dentro. No consigo entender qué buscaba con estas declaraciones, ya que el único efecto que podían conllevar era el despertar, más si cabe, de Marc Márquez, haciéndole protagonista inesperado de las dos últimas pruebas. El italiano esperaba una alfombra roja en la pista en la que sólo se llevase a cabo su enfrentamiento con Lorenzo, pero el resto de pilotos se siguen jugando mucho hasta la última carrera, mundial de constructores y primas por carrera ganada, y no puedes pedirles que bajen el ritmo para que te beneficien.

Y así, fruto del pique que llevaban, con varios adelantamientos en la misma vuelta, en uno de ellos Valentino saco la pierna y tiró, intencionadamente, al piloto español. Calentón, no justificable, fruto del momento. Mucho peor fue su reacción en frío, manteniendo su postura, defendiendo su inocencia y culpando a Márquez. A raíz de este suceso muchos casos similares han salido a la luz, los más comentados el mordisco de Tyson y el cabezazo de Zidane. Para mí no tienen nada que ver, también son completamente injustificables pero se producen en un deporte de contacto, y lo más importante, una vez terminado el combate y el partido ambos protagonistas reconocieron su error e inmediatamente pidieron disculpas.

Aparte hay que valorar que jugar sucio en motos no es lo mismo que hacerlo en el tenis, en baloncesto o en fútbol. En el motociclismo estás acciones ponen vidas en peligro. Es por eso que la sanción se me antoja muy corta. Pero es donde se ve el peso que tiene el italiano en el mundo de las motos. La organización ni se plantea la posibilidad de una última carrera sin el 46 en pista, cosa que el italiano sí que se plantea, ya que amenaza con no presentarse en Valencia, haciendo así más visible su pataleta y poca deportividad.

Para mí ha perdido todo su crédito, y definitivamente nunca será una leyenda. No vale todo por ganar, hay veces que saber perder y pelear limpiamente refuerza mucho más tu imagen. Sólo tienes que ver la temporada que están haciendo Roger Federer y Rafael Nadal, entrenando más que nunca, peleando más que nunca, reconociendo la superioridad de sus rivales sin encontrar todavía el premio merecido. Pero en ningún momento usando atajos ni perdiendo el respeto a sus compañeros.

Todos los jóvenes pilotos llegan a enfrentarse con Rossi teniéndole como ídolo de la infancia y respetándole fuera y dentro del circuito. Tras enfrentarse a él ninguno piensa lo mismo. Eso nunca pasó ni pasará con Jordan, Federer, Nadal, Graf, Indurain y el resto de leyendas.