Ya basta de vivir como corderos asustados

Por Víctor Llano

Lo pueden leer en este periódico: “Aunque hay males endémicos que vienen de mucho antes, la masacre terrorista del 11-M marcó en 2004 un terrible punto de inflexión en la historia de nuestra democracia, en la medida en que permitió a fuerzas aún no suficientemente identificadas -por mucho que su tipología se corresponda con el terrorismo islamista- intervenir en el proceso político y poner en evidencia las tremendas limitaciones de nuestro Estado de Derecho a la hora de investigar lo sucedido. Guste o no guste, aquellos hechos deberían como mínimo seguir removiendo las conciencias”.

El león no podía olvidar la peor masacre que sufrimos. En la España que quiere EL ESPAÑOL el 11-M debería seguir “removiendo conciencias”. Han pasado muchos años, ya va siendo hora de olvidar los intereses políticos. ¿Por qué no se investiga la masacre como cualquier otro crimen? ¿Qué esperar de un Estado que teme investigarse a sí mismo? ¿Quién lo respetará?

No sé quién está detrás del 11-M. Lo que sí sé es que cualquier persona desprovista de prejuicios que conozca los detalles de lo que se conoce como versión oficial, no puede asumirla como un relato creíble de los hechos. Somos millones los españoles que dudamos de lo que nos han contado. No deberíamos conformarnos.

¿Cómo mirar a los ojos a las víctimas que más de once años después aún esperan un relato creíble de lo que tanto daño les hizo? ¿Cuántas veces les dijimos que todos íbamos en los trenes en los que murieron sus hijos? ¿Les mentimos? ¿Vamos a dejarlo así?

La masacre de Madrid está por investigar. Si queremos que el Estado nos devuelva las libertades que nos restaron las cúpulas de los partidos políticos, es la verdad del 11-M lo primero que teníamos que exigirle. Nos la deben. Nos la debemos a nosotros mismos, se la debemos a nuestros hijos, a los hijos de nuestros hijos y a las víctimas. Ya basta de vivir como corderos asustados por los rugidos de los que no saben ser leones.