Con la verdad por delante

Por Baldo Rodríguez

En estos momentos de incertidumbre y de alta tensión emocional, política y dialéctica, llega como agua de mayo una nueva voz, un nuevo medio que puede y debe contribuir decisivamente al sosiego nacional. Nuestra sociedad está afrontando profundos cambios, quizás comparables a los acontecidos en la época de la transición, pero con un problema grave, muy grave: la falta de políticos con altura de miras, honrados y generosos en sus ideas y aspiraciones. También se echa de menos el talante de los grandes estadistas, la capacidad de diálogo y, sobremanera, el sentido común.

Los ciudadanos de este país tenemos derecho a la información veraz y al respeto en el contraste de ideas. Nuestros esfuerzos por construir un marco de libertades y de bienestar pueden verse abocados al desastre por culpa de unos tipos que sólo ven intereses partidistas y que son incapaces de darse cuenta de que el futuro no está en alentar las diferencias, sino en caminar unidos, en barrer fronteras y en culminar la construcción de un gran proyecto llamado Europa, pese a los detractores que continuamente gritan en contra de tan gran empeño.

Llega El ESPAÑOL, y tiene muchos frentes en los que batirse. Los principales serán, muy probablemente, abrir foros para el diálogo, insuflar nuevas ideas a una sociedad que necesita respirar aire menos contaminado, actuar de látigo contra la corrupción y, especialmente, mantener la verdad como premisa de su diario quehacer periodístico.