El candidato que nunca había visto una vaca

EFE/ José Luis Cereijido

EFE/ José Luis Cereijido

Por José Suárez Arias-Cachero

Pedro Sánchez hacía precampaña el pasado jueves en el santuario socialista asturiano y sus compañeros, con el presidente del Principado a la cabeza, decidieron pasearlo por una ganadería vacuna, seguramente inspirados por su inocultable y tradicional sumisión bovina al líder de turno en Ferraz.

Los socialistas asturianos quedaron perplejos cuando su gran esperanza blanca demostró no haber visto una vaca en su vida, tal y como recoge un periódico ovetense, pues quedó sorprendido del tamaño de las mismas y cual millennial hízose selfies con las reses.

Comparto el pasmo de sus camaradas y me pregunto si alguien que se sorprende por el tamaño de una vaca tiene las aptitudes necesarias para presidir el gobierno de un país como el nuestro en un momento tan desafiante como el que vivimos.

Después de lo de la megavaca asturiana entiendo por qué el PSOE transita más desorientado que una vaca sin cencerro mientras sus dirigentes, con el candidato a la cabeza, observan el panorama absortos, sin enterarse de nada, precisamente como una vaca mirando al tren (o al candidato socialista a La Moncloa).