Pacto yihadista

Por Carlos Sánchez De Roda

Se ha vuelto a reunir el pacto antiyihadista. Todos sus firmantes consideran que el 11-M fue un atentado yihadista, no quieren ni oír hablar de otro posible origen. Así pues, para ellos el 11-M fue, con creces, el peor atentado yihadista perpetrado en España.

Sin embargo, a pesar de ese supuesto origen, que ellos sostienen contra viento y marea, a pesar de su enorme magnitud, no lo analizan nunca en sus reuniones, si lo mencionan es únicamente y nada menos que para ponerlo como ejemplo de cómo tratar esos atentados yihadistas. Para todos ellos, fue un atentado yihadista perfectamente investigado y resuelto, por lo tanto, no hay nada más que decir de él. Y huyen despavoridos ante cualquier mención de lo mucho que todavía permanece oculto en el 11-M.

Por todo ello, los firmantes del pacto antiyihadista no pueden ni plantearse ninguna nueva investigación del 11-M. Fue un atentado yihadista muy especial, pues el análisis de lo que en él ocurrió está totalmente eliminado de las reuniones del pacto. Todo quedó claro.

Que a nadie se le ocurra preguntarles algo tan simple como: ¿Quién lo planificó? ¿Quién lo organizó? ¿Quién dio la orden de atentar? Y su rechazo ya es mayúsculo si se les pregunta sobre quién ordenó destruir los trenes, o quién hizo desaparecer o manipular las pruebas, o quién creó otras pruebas falsas. Y es que ellos saben perfectamente que admitir esas preguntas, plantearse sus respuestas, provocaría el inmediato desplome de toda la farsa que les mantiene unidos en ese pacto antiyihadista, quedaría en evidencia la falsa atribución del atentado al yihadismo, se les caería estrepitosamente todo el montaje yihadista del atentado por ellos propiciado y mantenido. Todo se les vendría abajo.