Bruselas

Largas listas de espera, escasez de enfermeros y médicos y una cobertura insuficiente en el caso de los medicamentos y de la atención dental. Estos son los principales problemas que aquejan al sistema sanitario español según el informe anual publicado este jueves por la Comisión Europea y la OCDE. Un estudio que alerta de que la presión presupuestaria en la sanidad pública aumentará durante los próximos años debido al envejecimiento de la población.

España tiene la esperanza de vida más elevada de la Unión Europea (83,4 años, 2,5 años por encima de la media) y "su desigualdad social en materia sanitaria es menos pronunciada que en muchos otros países". Sin embargo, casi el 60% de los españoles mayores de 65 años padecen alguna enfermedad crónica y uno de cada cinco sufre algún tipo de discapacidad, lo que incrementa la demanda de los sistemas sanitarios y de cuidados a largo plazo.

El principal factor de riesgo sigue siendo el tabaquismo. Aunque las tasas han disminuido en los últimos 15 años, un 22% de los adultos españoles fuma a diario, por encima de la media de la UE (19%). La obesidad ha aumentado y afecta ya al 17% de los adultos (por encima del 15% de promedio comunitario). Por el contrario, la tasa de adultos que reconocen un consumo elevado de alcohol está entre las más bajas de Europa (9%).

Un gasto sanitario por debajo de la media

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El porcentaje de gasto público en sanidad en España descendió tras la crisis económica de 2009 debido a las medidas de reducción de costes y al aumento de los copagos de los medicamentos, señala el informe. En los últimos años ha comenzado a subir de nuevo, aunque sigue por debajo del nivel anterior a la crisis.

En 2017, el gasto sanitario per cápita (ajustado en función de las diferencias en el poder adquisitivo) era de 2.371 euros, un 15% por debajo de la media de la UE (2.884 euros). El gasto sanitario se sitúa en el 8,9% del PIB, también por debajo del promedio comunitario (9,8%).

Mirando hacia el futuro, se prevé que el envejecimiento de la población y un crecimiento económico moderado añadan presión en los próximos años y décadas. Según los cálculos de Bruselas, el gasto público en salud aumentará 0,5 puntos porcentuales del PIB entre 2016 y 2070, mientras que el gasto público en cuidados a largo plazo subirá 1,3 puntos. Un incremento que "puede poner en peligro la sostenibilidad presupuestaria a medio y largo plazo".

Alrededor del 71% del gasto sanitario se financia con fondos públicos, mientras que los pagos directos de los pacientes ascienden al 24% del gasto sanitario total, un porcentaje mucho mayor que la media del 16% de la UE. Eso se explica por el aumento de los copagos en los medicamentos desde 2012 y porque la atención odontológica no está cubierta por la seguridad social.

"Los ciudadanos españoles cuentan con un sistema nacional de salud cuya cobertura disminuye en el caso de los medicamentos y no incluye la atención dental, lo que genera mayores necesidades, en particular para las personas de bajos ingresos", resalta el estudio de Bruselas.

Largas listas de espera

Listas

España cuenta con una de las tasas de mortalidad más bajas por causas evitables y tratables, lo que indica que las intervenciones de salud pública y asistencia sanitaria son, en general, eficaces a la hora de prevenir la mortalidad prematura. Sin embargo, "los tiempos de espera para consultas médicas e intervenciones quirúrgicas programadas siguen siendo un problema", apunta el informe.

Tras algunas reducciones antes de la crisis económica, las listas de espera aumentaron  de nuevo a partir de 2011 como consecuencia de las restricciones presupuestarias. Como media, los tiempos de espera en todo el país para la cirugía de cataratas subieron de unos 90 días en 2010 a 100 días en 2018. De modo similar, la lista para artroplastia de cadera pasó de 135 días en 2010 a 150 en 2018.

Además, hay variaciones regionales considerables en los tiempos de espera. Para una artorplastia de cadera, oscilan entre más de 150 días en Castilla-La Mancha y las Islas Canarias y alrededor de 50 días en Madrid, La Rioja y Navarra. Las medidas aplicadas hasta ahora en las diferentes comunidades autónomas no han sido suficientes para dar respuesta al problema.

Escasez de enfermeros y alta temporalidad

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España tiene una cantidad relativamente elevada de médicos (3,9 por cada mil habitantes frente a 3,6 de media en la UE), pero un escaso número de enfermeros (5,7 por cada mil habitantes frente al 8,5%). El informe alerta además que una parte importante del personal sanitario "tienen contratos temporales, lo que aumenta la tasa de rotación del personal".

"Hay una inquietud creciente sobre la escasez de enfermeros y médicos, en particular de médicos de familia, ya que muchos se aproximan a la edad de jubilación. La elaboración de políticas de educación y capacitación médica más coherentes se ha visto obstaculizada por la falta de una visión clara y compartida entre las autoridades educativas y sanitarias sobre las necesidades a medio y largo plazo", alerta Bruselas.