Es evidente -y tentador- hacer una lectura eminentemente política de los movimientos que se han sucedido en Prisa en las últimas dos semanas. Pero, estas salidas tienen muchas aristas. Y el morbo de las bambalinas que mueve en la sombra Miguel Barroso puede empañar la perspectiva de decisiones tomadas por ejecutivos con un poso financiero y no político.

Claro está que en la ecuación de Telefónica para abandonar Prisa no estaba, precisamente, el cobro de ningún tipo de plusvalía. La compañía solo ha recuperado 34 millones de euros (más lo que saque ahora del 1,9% que ha ordenado colocar) de los más de 1.000 millones de euros que ha ido invirtiendo en un grupo con enormes pérdidas.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete. EL ESPAÑOL INVERTIA

Sin embargo, con esta venta, Álvarez-Pallete ha puesto fin a una aventura que el directivo considera que Telefónica nunca debió emprender.

La entrada de Telefónica en Prisa fue una operación personal de su precedesor, César Alierta, en tiempos del Gobierno del PP y en un momento en el que la estrategia del grupo de telecomunicaciones, en realidad, era abandonar para siempre el sector de los medios de comunicación. 

La participación en el grupo editor fue una herencia envenenada de la que Álvarez-Pallete hubiera querido deshacerse antes. Pero los tiempos no acompañaban, pues su salida del accionariado de Prisa, de un modo u otro, tenía que pasar por Moncloa y España lleva años fracturada y en casi permanente contexto electoral.

Aunque Álvarez-Pallete no quiso intervenir en la línea editorial de 'El País', lo cierto es que muchas informaciones y editoriales del periódico han generado al presidente de Telefónica más de un quebradero de cabeza. En especial, con el PP en los tiempos de Pablo Casado, donde el principal partido de la oposición no entendía cómo Telefónica y el Santander podían estar detrás de un grupo tan cercano a Pedro Sánchez, dadas algunas políticas de su Gobierno.

Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez, Miguel Barroso, José María Álvarez-Pallete, Joseph Oughourlian, David Mesonero, Ana Botín, Ignacio Sánchez Galán y César Alierta. EL ESPAÑOL INVERTIA

Con estas, Joseph Oughourlian, un francés de origen armenio y desconocido en España, llegó a la presidencia de Prisa en 2021 con la idea de ir al problema mollar del grupo: la viabilidad de sus cuentas y la sostenibilidad de su negocio. 

Y es aquí donde David Mesonero, yerno de Galán, aterriza en la compañía el pasado verano de la mano del fundador del fondo Amber y del vicepresidente del Consejo de Prisa, Rosauro Varo.

Procedente de Iberdrola, su desembarco en la editora de 'El País' fue interpretado en algunos corrillos como un acercamiento de Galán al grupo de medios con la vista en entrar en su capital. Ahora que la relación entre el presidente de la primera empresa del Ibex y 'El País' ha hecho saltar algunas 'chispas', su salida se ha leído como la prueba de que Iberdrola no tiene interés por entrar en Prisa.

Sin que la relación entre la editora y la eléctrica atraviese por su mejor momento, esa lectura es incompleta. Cuentan fuentes informadas que Mesonero aterrizó en Prisa con la idea de permanecer dos años en el grupo. Pero en menos de un ejercicio ha cumplido con buena parte de sus objetivos: refinanciar la deuda, poner orden en la caja y lanzar un nuevo plan estratégico que ahora ejecutará su sucesora, Pilar Gil.

Prisa es una empresa muy importante para la opinión pública española, pero limitada para el desarrollo de un CFO

Prisa es una empresa muy importante para la opinión pública española, pero limitada para el desarrollo de un CFO (director financiero, por sus siglas en inglés). Con una capitalización bursátil que apenas supera los 400 millones de euros y un negocio en un sector que no genera flujo de caja suficiente para dar rentabilidad, desde el punto de vista profesional, el recorrido de este tipo de perfiles en una empresa así es muy limitado.

Veremos ahora si Mesonero vuelve o no a Iberdrola como ya dan algunos por seguro. Pese a que el directivo tiene sobre la mesa una oferta para ponerse al frente del área de Desarrollo Corporativo de la eléctrica, se comenta que también ha sido sondeado por algún fondo con intereses en el negocio de la energía en España e, incluso, por otra empresa del Ibex.

Y así, en medio de los rumores, pone fin a su etapa en un conglomerado de medios en el que el PSOE ha reforzado su influencia con Barroso moviendo los hilos en España de los movimientos de Oughourlian, que sigue sin tener una salida rentable a su inversión.

Mientras, ahora que el viento de cola empieza a acompañar al PP y que puede haber tiempo, hasta 2023, para unas nuevas elecciones, para Álvarez-Pallete era mejor aprovechar el momento para abandonar el barco, asumir pérdidas y dedicar su tiempo a los negocios que verdaderamente interesan a Telefónica, entre los que no está el generar opinión.

Falta por mover ficha Ana Botín, que ya perdió su batalla en el grupo de medios con la caída de Javier Monzón. Tiempo al tiempo.

ATENTOS A...

Este lunes el INE publicará el dato avanzado de inflación de mayo. Lo hará sin que esté aprobado el tope de gas en el mercado ibérico que España y Portugal han pedido a Bruselas y coincidiendo con la apertura del debate que tendrá lugar en el Consejo Europeo para aprobar RePowerEu.

Es posible que el próximo dato de inflación ya muestre el efecto de esa excepcionalidad lograda por Pedro Sánchez. BBVA Research ha calculado que el tope en el precio del gas disminuirá el nivel de precios de la energía eléctrica entre un 27% y un 37%. Esto resultará en una moderación del nivel de precios al consumo de entre 0,6 y 0,8 puntos porcentuales. Pero solo mientras que la medida esté en marcha.