El último dato de inflación estadounidense, conocido el pasado martes, subía por séptimo mes consecutivo. Hasta una tasa superior al 5% respecto al año anterior. A pesar de que en Europa los repuntes de inflación no han sido tan intensos como en EEUU y seguimos por debajo del objetivo del 2% recomendado por el BCE, la inflación es uno de los factores a vigilar en este segundo semestre del año.

Los bancos centrales siguen lanzando mensajes de tranquilidad respecto a la escalada de la inflación y confían en su carácter puntual, pero como gestores debemos tomar medidas para prevenir la erosión que provoca la inflación en la rentabilidad de las carteras. Es por ello por lo que en las carteras de gestión discrecional con perfil más defensivo de Welzia contamos con el fondo de inversión AXA World Funds - Global Inflation Bonds Redex, ya que creemos que tiene sentido mantener una posición en fondos de bonos vinculados a la inflación.

Además de tener una menor correlación con los bonos nominales, lo que mejora la diversificación de la cartera, los bonos ligados a la inflación suelen tener más duración que sus análogos de tipo fijo, aunque tengan un cupón y vencimiento iguales. Lo que estos bonos ven ajustado a la inflación es su principal, no el cupón como podríamos encontrar en los bonos flotantes.

La principal herramienta de preservación de capital contra la inflación es la gestión activa con productos flexibles

A eso le añadimos que muchos son también cupón cero, por lo que la mayor cantidad de capital a devolver se encuentra más hacia el vencimiento (sobre todo si la inflación aumenta considerablemente, ya que aumentaría también el principal), y cualquier variación en los tipos de interés hoy tendrá un mayor impacto en el descuento de los flujos futuros.

Evidentemente, eso hace que un inversor conservador tenga que recurrir a bonos con vencimientos más cortos si quiere protegerse de subidas de tipos que no tengan que ver con la inflación, renunciando por tanto al mayor cupón de los bonos con mayor vencimiento.

Otra opción es invertir en un fondo de bonos a largo plazo pero que cubra la duración mediante futuros. El resultado es cercano a la evolución de las expectativas de inflación. Por eso, seleccionamos para nuestras carteras la versión 'Redex' del fondo de AXA, que incorpora la venta sistemática de futuros de bonos gubernamentales.

Actualmente, la cartera de este fondo está compuesta por bonos soberanos indexados a la inflación mayoritariamente de EEUU y Reino Unido (ambos suman cerca del 60% de la cartera), ya que son los principales emisores de este tipo de papel. Después de la cobertura con futuros, la duración del fondo se queda en torno a los 1,5 años, muy diferente a los 11,40 años de la versión sin coberturas.

Los bonos ligados a la inflación suelen tener más duración que sus análogos de tipo fijo

Por las características comentadas y como protección frente a una inflación persistente, incorporamos este fondo en las carteras de gestión discrecional Welzia Roble Prudente y Welzia Bambú Crecimiento. Desde inicio de 2021 y hasta el cierre del pasado junio, el fondo aporta una rentabilidad positiva del 3,94% en la clase institucional.

En resumen, desde Welzia Management creemos que la principal herramienta de preservación de capital contra la inflación es la gestión activa con productos flexibles.

***Ana González es gestora de carteras en Welzia Management