¿Cuánto puede aguantar una empresa con las persianas bajadas? Desgraciadamente esta pregunta se ha planteado muchas veces este año y para sectores muy diferentes. Durante este tiempo, restaurantes, hoteles, tiendas y muchos más negocios han sufrido cierres periódicos. A menudo, han pasado meses enteros sin poder abrir. Y en muchos casos, han tenido que despedir a sus trabajadores o incluso echar el cierre ante la imposibilidad de seguir a flote.

No obstante, el cierre récord lo han protagonizado las agencias de viajes. Por varios motivos. Primero, por su duración. La mayoría cerraron sus puertas por la pandemia la semana del 13 de marzo y hoy, pasados 10 meses, siguen sin haber podido recuperar su actividad. Cero facturación de enero a diciembre lo cual es insostenible para cualquiera.

El segundo motivo de triste récord está en la penuria económica a la que se vieron sometidas. Mientras algunos sectores dejaron de percibir ingresos, en el caso de las agencias fue incluso peor, dado que tuvieron que reintegrar todo el dinero pagado por sus clientes con antelación y tuvieron también que liquidar las compras de billetes a las compañías aéreas. Esta "pinza" económica se sumó a la desaparición de la facturación.

Y el tercer motivo que sitúa a las agencias como sector más afectado por la crisis de la pandemia es sin duda la incertidumbre ante el futuro. La mayoría de agencias de viajes sigue sin saber cuando podrá abrir. Muchas caerán por el camino porque no hay más capacidad de aguante. La vacuna puede permitir recuperar la actividad, pero no parece que eso vaya a ocurrir en un futuro inmediato.

Cero facturación de enero a diciembre es insostenible para cualquiera

Y la peor noticia estaba por llegar. Cuando el Gobierno anunció un plan restrictivo para los desplazamientos durante el puente de la constitución y las Navidades también cerró la puerta a cualquier posibilidad de actividad para muchas de estas empresas hasta prácticamente la temporada de verano. Esta decisión, puede suponer el cierre definitivo de muchas agencias de viajes y la pérdida de miles de puestos de trabajo.

Durante estos meses, los ERTE han sido un balón de oxígeno para las agencias de viajes, pero no podemos seguir sin facturación. En el mes de marzo, cuando comenzó esta situación, formaban parte del sector de las agencias de viajes unas 6.000 empresas, principalmente pymes y Micropymes, que representaban 9.500 puntos de venta y cerca de 70.000 puestos de trabajo en España, de los que un 73,5% eran asalariados y 26,5% autónomos.

No se ha podido cuantificar todavía el número de cierres definitivos que se han producido estos meses, ni tampoco el número de ERTES y cierres de puntos de venta. El 100% de las empresas han necesitado ayuda y ésta no ha llegado en la medida que se necesitaba.

Las nuevas medidas anunciadas por el gobierno son claramente insuficientes. Este año, la facturación ha caído un 90% respecto a la de 2019 y cuando no hay ingresos no tiene ningún sentido que ahora nos pidan que nos endeudemos más con créditos ICO. Necesitamos ayudas específicas por la situación tan grave que amenaza con cerrar el 50% de los 9.500 puntos de venta que había censados en 2019. También está en riesgo  un 40% de los 70.000 puestos de trabajo del sector. 

El sector se movilizó recientemente en Barcelona para decir basta y pedir ayuda. No bastan las palabras, ahora son necesarias las ayudas directas al sector: es totalmente imprescindible que a nivel de todas las administraciones aprueben ayudas directas a las agencias de viajes que permitan su supervivencia durante todo el tiempo que perduren las restricciones de viaje que impiden llevar a cabo la nuestra actividad.

No bastan las palabras, ahora son necesarias las ayudas directas a las agencias de viajes

También es necesaria una prórroga de los ERTE hasta la reactivación de la actividad, que se prevé que no será antes del segundo semestre de 2021. pedimos la exención total de las cuotas de la Seguridad Social para las empresas y que no consuman prestación de desempleo por los trabajadores.

De igual modo es imprescindible que se aprueben medidas que permitan la reincorporación de los trabajadores a medida como se reactiva la actividad. También precisamos la reducción a mínimos de los impuestos y tasas municipales, como son el IBI y el IAE.

Son necesarias otras muchas medidas, pero la más importante es garantizar el acceso de las pymes y micropymes a las ayudas de los fondos europeos. Sólo con ayudas directas será posible la supervivencia.

Pero más allá del apoyo económico está la adopción de medidas que reactiven el consumo de viajes, como son la reducción del IVA que actualmente se encuentra en el 21% a las agencias de viajes y la creación de bonos de viajes que incentiven la contratación de viajes como pusieron en marcha con éxito otros países como Italia.

Todas estas medidas tienen un carácter urgente y absolutamente necesario y de ellas depende la supervivencia del sector de las agencias de viajes.

*** Martí Sarrate es presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE).