La movilidad sostenible es uno de los ejes sobre los que tanto la Unión Europea como instituciones como la Organización Naciones Unidas se han marcado como prioridad. Así se recoge en el Pacto Verde Europeo (Green Deal) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, entre ellos el número 11 titulado Ciudades y comunidades sostenibles.

La situación actual ha acelerado los planes que en esta materia se habían propuesto tanto las administraciones nacionales como las internacionales. La Unión Europea, por ejemplo, ya ha avanzado que en los programas para la reactivación económica tras la Covid-19, las infraestructuras verdes tendrán un papel muy destacado. El objetivo es conseguir un transporte más eficiente, conectado y respetuoso con el medio ambiente.

Para ello, en los próximos años, las inversiones se centrarán en la digitalización y la sostenibilidad, con una agenda que pondrá especial interés en impulsar las Smart Cities o modos de transporte más ecológicos con el ferrocarril como eje vertebrador de esa apuesta.

Europa quiere duplicar la cantidad destinada al programa de inversiones Invest EU, hasta contar con una fondo total de 75.000 millones de euros para el periodo 2021-2027, frente a los 38.000 millones previstos antes de la pandemia, y dedicar una parte importante al transporte.

Además, este tipo de infraestructuras pondrá contar con una partida adicional en el Marco Financiero Plurianual (MFP), que es el Presupuesto de la Unión Europea para los años de 2021 a 2027 y que asciende a 1.100 millones de euros.

El decidido impulso al ferrocarril como eje vertebrador de una movilidad libre de emisiones abre nuevas oportunidades a la ingeniería española

El decidido impulso al ferrocarril como eje vertebrador de una movilidad libre de emisiones abre nuevas oportunidades a la ingeniería española, que ya participa desde hace años en los principales proyectos de todo el mundo. Entre ellos, por ejemplo ahora en la implantación de una de las mayor redes de alta velocidad del continente, Rail Baltica.

Junto a las conexiones de largas distancias, el papel de las transporte también seguirá siendo muy necesario en las grandes ciudades, debido el constante crecimiento de sus áreas periféricas.

Esta tendencia lleva aparejada la necesidad de crear nuevas redes; además de trabajar en su integración con las alternativas eléctricas que han surgido  en los últimos tiempos (coches, bicicletas, patinetes, car sharing).

El futuro, por tanto, irá alineado con el desarrollo sostenible y a las infraestructuras verdes. Un camino donde nuestras ingenierías tiene una alta capacidad de aportar know-how y experiencia para apoyar esta transformación y trabajar en la reactivación del sector.

*** Carlos Alonso es CEO de Ardanuy Ingeniería.