Estamos a la espera del anuncio de medidas para pymes y autónomos ante la situación que provocará la crisis sanitaria y las excepcionales medidas que se están tomando para paliar los efectos de una expansión descontrolada del COVID-19. Para algunos sectores de actividad; organizadores de congresos, sector turístico, transporte de viajeros, etc., la espera de estas medidas, aun cuando sean horas o días se nos está haciendo muy larga.

La situación está deteriorándose en la misma escala y proporción que los aumentos de casos de coronavirus que hay en España. Los congresos, ferias y viajes cancelados en los últimos días empiezan a ser un alto motivo de preocupación en unos sectores que emplean a más del 15% de nuestros trabajadores de forma directa o indirecta y representan más del 13% de nuestro PIB.

Si bien, las grandes compañías de estos sectores tendrán la posibilidad de financiar las necesidades de circulante provocados por esta crisis sanitaria, mediante instrumentos como la emisión de pagarés, la reestructuración de sus deudas o incluso el acceso a financiación bancaría tradicional, el panorama de muchas de nuestras Pymes es poco alentador, pues las vías de financiación bancaria con las exigencias de sus departamentos de riesgo se pueden ver mermadas y la actual situación de endeudamiento de muchas de estas pymes sobre su capital no es el idóneo para enfrentarse a esta situación.

Se hacen precisas medidas especiales y urgentes para estos sectores no tan sólo por la supervivencia de estas empresas sino más bien por el sostenimiento de empleo que generan estos sectores de actividad, que puede provocar un incremento del paro importante de difícil recuperación, en el corto plazo.

Se tendrían que valorar el conjunto de medidas viables a corto plazo y las condiciones que se van a proponer a las pymes. A las medidas apuntadas por muchos sectores sindicales y empresariales de regular los ERTE (expediente de regulación temporal de empleo), en este caso, de una forma especial para que los trabajadores no se vean afectados perdiendo sus derechos de cobertura por desempleo, los lógicos aplazamientos de IVA e incluso, costes de Seguridad Social para las pymes.

La situación está deteriorándose en la misma escala y proporción que los aumentos de casos de coronavirus que hay en España

Se debería garantizar la continuidad de los negocios mediante el acceso a una liquidez inmediata, que paliara los efectos de las necesidades de liquidar deuda bancaria y pago a proveedores de estas Pymes en el corto plazo.

Si no es así, se verán perjudicados de manera colateral terceros, entre los que también se encontraría muy probablemente nuestra ya maltrecha banca, con importantes incrementos de morosidad y necesidades de capitalización que no podrían acometer en la situación de los mercados financieros.

En este caso el papel del ICO, Banco Europeo de Inversión y el BCE será fundamental. El primero para canalizar estos créditos o préstamos para liquidez y los organismos europeos para dotar de liquidez necesaria al sistema destinados a este fin. Sin duda, las instituciones europeas estarán a la altura y bien, mediante inyecciones directas al sistema y la relajación absoluta de los límites de déficit, la liquidez será una realidad, pero ¿están el ICO y las pymes y sus formas de acceso a fondos, preparados para esta eventualidad?

El actual sistema de canalización de fondos del ICO por el sistema financiero y la dependencia del análisis de riesgos por parte de los bancos para la obtención de las pymes de estos fondos, aun cuando puede ser lo más ágil para hacer llegar esa liquidez necesaria, deberá de estar acompañada por medidas que faciliten a las entidades la concesión de los mismos.

La solicitud de garantías en la situación actual, para conceder estos préstamos de liquidez a las pymes, será un gran impedimento para la tramitación de estos préstamos. Y si no se suplantan las garantías por figuras como las SGR´s o en este caso excepcional, por el propio Gobierno.

Muy probablemente, la banca solo concederá estos préstamos a pymes de solvencia y liquidez comprobadas, en unos términos de avales muy elevados. Al final no tendrán ningún interés en posicionar los estímulos oficiales que lleguen al mercado, pues si son buenas operaciones con garantías las únicas que accedan a estos fondos, serán las propias entidades, con su propia liquidez, las que acometerán el riesgo y concederán los prestamos o créditos.

La banca solo concederá estos préstamos a pymes de solvencia y liquidez comprobadas,

Ante esta situación de crisis, el trabajo que tienen que realizar las entidades financieras para canalizar estos fondos es fundamental. Sin ellos será difícil hacer llegar los mismos de forma ágil al mercado, pero es fundamental que las operaciones estén avaladas con la garantía del estado, para que las Pymes tengan la posibilidad de un acceso rápido y cierto.

Esta crisis no debería solventarse como otras muchas basándose en ayudas a fondo perdido o inversiones realizadas sin sentido como objetivo de estímulo. Bien conocidas muchas ellas en la época del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Todos esperamos que esta crisis sea corta. Además, deberá solucionarse con la premura en dotar de liquidez necesaria para sustentar el empleo y garantizar la continuidad de los negocios de las pymes, empezando por lo urgente que son los sectores que de forma inmediata están sufriendo las consecuencias.

*** Miguel Angel Robles Elez-Villarroel es CEO de La Neurona y autor del libro 'I love my pyme'