Tras crecer en 2021, el mercado de la rehabilitación se ha desinflado en 2022. Así, de enero a mayo de este año, se han solicitado visados para reformar un total de 12.609 edificios en España. De esa cantidad, 10.300 están destinados a viviendas. Se trata de un 11% y un 14% inferiores, respectivamente, a las registradas en 2021 durante idéntico periodo.

Son datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que ponen de manifiesto que el ritmo de rehabilitación de viviendas ha bajado de manera notable. Y todo ello en un escenario en el que urge cumplir con los objetivos en materia energética y medioambiental, y con las ayudas de los fondos Next Generation sobre la mesa.

“No se están consiguiendo los resultados esperados”, señalan desde Sto Ibérica, multinacional dedicada al aislamiento de fachadas. Un estancamiento que se debe a una serie de factores que, de no corregirse, se dilatará todavía más en el tiempo.

Redistribución

En España, más del 80% de los edificios y viviendas son ineficaces energéticamente. Es un dato del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). “El 40% de los propietarios desconoce el certificado energético de su vivienda”, apunta Pedro García, CEO de Unibo Neobank.

¿Por qué no se está avanzando? Para empezar, falta un modelo único para la gestión de las ayudas europeas. “El hecho de que se estén vehiculando a través de las comunidades autónomas resta eficiencia al proceso”, resaltan desde Sto Ibérica.

Por eso, la ministra Raquel Sánchez llegó a afirmar en un acto público que “si no se cumplen los hitos intermedios, se procederá a una redistribución de los fondos entre aquellas comunidades que sí cumplan los objetivos”.

Por ejemplo, Canarias, Baleares, Asturias y la ciudad autónoma de Ceuta todavía no han publicado ninguna convocatoria de los fondos correspondientes a 2021 (ayudas que caducan en 2023).

[El Gobierno aprueba 1.389 millones para rehabilitación de viviendas sin haberse tramitado 484 del año 2021]

“Las comunidades autónomas y las entidades locales saben que tienen que ejecutar esos fondos en 2023”, añadió la ministra. Mientras tanto, el Gobierno ya ha hecho el reparto de estos fondos ‘Next Gen’ para 2022: 1.389 millones para financiar la rehabilitación y regeneración de viviendas, barrios y edificios residenciales.

A ello hay que añadir que, aquellas comunidades autónomas que sí han repartido los fondos de 2021, no lo han hecho en su totalidad. Todavía siguen pendientes de activación el 32% del total. Por tanto, quedan por publicar y tramitar 375 millones de los 1.151 convocados en dicha anualidad.

Incomprensión

Otra ‘piedra en el camino’ está siendo la incomprensión de las subvenciones y de sus ventajas por parte de los usuarios. “Dado que hay 17 administraciones a las que acudir, cada una con un modelo, especificaciones y proceso burocrático concreto, se genera cierto desconocimiento y confusión sobre cómo aprovechar tanto las ayudas publicadas como las oportunidades de desgravación fiscal”, indican desde Sto Ibérica.

De ahí que sea necesario redoblar la comunicación para que el ciudadano sea consciente de que existen estas subvenciones, cuáles son sus características y requisitos, tipos de intervenciones y qué ventajas pueden acarrear.

A todo ello hay que unir el actual contexto económico, con una recesión llamando a la puerta. Tanto la guerra en Ucrania como la inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras, la subida del precio de la energía o la inestabilidad de los precios de los materiales están frenando las rehabilitaciones integrales y las reformas.

Sin olvidar que los usuarios no son conscientes del ahorro que supone tener una vivienda eficiente. Desconocen que, acometer este tipo de trabajos, puede suponer hasta un 60% de ahorro en su factura energética. Por último, la falta de mano de obra cualificada, con escasa formación.

España cuenta 25,7 millones de viviendas de las que, 19 millones, son primera residencia. De esta última cifra, más de la mitad se construyeron antes de 1980. Sin olvidar que un millón de viviendas están en mal estado, deficiente o ruinoso.

Además, la tasa de rehabilitación en España no llega al 0,1% anual del total de viviendas. En Francia o Noruega es del 2%; en Alemania, del 1,55; y en Italia del 0,77%.