Isabel Díaz Ayuso.

Isabel Díaz Ayuso. Lina Smith.

Observatorio de la sanidad

"Un proveedor desconocido y oportunista" tras el contrato de 1,5 millones que ha desatado la guerra sucia en el PP

En marzo de 2020, Díaz Ayuso cerró una compra de mascarillas a la empresa Priviet Sportive, una anónima en el sector sanitario. 

17 febrero, 2022 15:07
Eduardo Ortega Socorro Mercedes Rivera

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Guerra, y de la sucia, en el Partido Popular. En las últimas horas, Isabel Díaz Ayuso ha desvelado que Génova encargó a un detective que investigue los posibles indicios de corrupción que rodean a un contrato que firmó la Comunidad de Madrid por valor de millón y medio de euros en marzo de 2020 por 250.000 mascarillas. Según denuncian desde la Dirección 'popular', su hermano, Tomás Díaz Ayuso, habría cobrado una comisión ilícita de 280.000 euros. 

El contrato fruto de la crisis política (que se incluye en esta noticia) se firmó con Priviet Sportive, que preside Daniel Alcázar Barranco. Se trata de una empresa con escasa o nula actividad en el sector sanitario y que, en realidad, se dedica al negocio textil. 

Tanto Alcázar como su empresa son absolutos desconocidos en el sector sanitario. Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, sus nombres no figuran en la lista de suministradores de los hospitales madrileños. Ni siquiera en lo peor de la pandemia, durante el confinamiento de 2020, cuando tanto el sector público como el privado recurrieron a todo tipo de proveedores de material sanitario ante la escasez existente

De hecho, estas mismas fuentes consideran que Priviet Sportive era un "proveedor desconocido y oportunista", de los que tantos hubo durante los meses de marzo y abril y con los que trataron frecuentemente tanto comunidades autónomas como el propio Ministerio de Sanidad para conseguir mascarillas, elementos de protección individual, test Covid... Básicamente, los recursos que más escaseaban

De hecho, las mascarillas FFP2 y FFP3 que fueron objeto de compra (para el hospital que se organizó en las instalaciones de Ifema, concretamente) se adquirieron el 24 de marzo y se entregaron el 10 de abril. Es decir, durante el citado periodo de escasez en el que las Administraciones Públicas se agarraban a cualquier proveedor. 

Priviet Sportive no solo es desconocida para compradores de mascarillas, como los hospitales o los mayoristas farmacéuticos, sino también para los nuevos proveedores de mascarillas que operan en nuestro país desde que se inició la pandemia.

Fuentes dentro de estas empresas dicen que no conocen a Priviet Sportive: "No está en nuestro radar de competidores".

Solo un contrato

De hecho, el sector público madrileño solo ha tenido un contrato con esta empresa, el que es objeto de polémica. El Portal de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid solo recoge la susodicha licitación. Así lo confirman también los sindicatos del sector sanitario. 

Tampoco el Ministerio de Sanidad recurrió a los servicios de Priviet Sportive para adquirir material sanitario desde que se inició la pandemia, a pesar de que las urgencias de la Covid obligaron al equipo del exministro Salvador Illa a recurrir a proveedores de dudoso origen. 

Lo cierto es que la actividad principal de Priviet Sportive, que se constituyó en 1993, es la confección y venta al por mayor de ropa para hombre y mujer. Pero no es la única empresa de Daniel Alcázar Barranco en España

También dirige otras dos empresas: Apuesta S.L., que se dedica también a la confección y venta de ropa, además de importar y exportar; y Modas Teide, de comercio al por menor de prendas de vestir. 

Facturación

La que más facturación refleja, y con diferencia, es Priviet Sportive. En 2021 registró unas ventas de 4,4 millones de euros, y 2020 (año en el que se firmó el 'famoso' contrato) unas ventas de 4,3 millones. 

En el caso de Apuesta S.L., las ventas en 2020 (últimos datos disponibles) fueron de 3,2 millones de euros. Por su parte, Modas Teide facturó 814.110 euros en 2011, que es la última cifra que hay registrado. 

Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con Daniel Alcázar para tratar las cuestiones relacionadas con sus relación con el contrato de mascarillas, pero no ha sido posible.