La pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la investigación sanitaria. Y no solo es relevante en el sentido de mejorar la salud de las personas. También lo es para la economía: por cada 1.000 euros que se invierten en investigación se generan 1.600 en valor añadido.

Esta es una de las principales conclusiones del informe Inversión en sanidad: la vía española hacia la prosperidad, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) con el apoyo de la Fundación Farmaindustria.

En 2018, las actividades económicas relacionadas con el sistema sanitario generaron un valor añadido bruto de alrededor de 94.600 millones de euros, lo que equivale al 8,7% del PIB.

El 59% de este valor añadido (56.000 millones) se concentra en las actividades hospitalarias, médicas y odontológicas, mientras que los servicios sociales generan alrededor de 16.600 millones de euros al año.

Por su parte, la fabricación y comercialización de productos farmacéuticos genera alrededor de 19.000 millones al año, equivalente al 1,8% del PIB.

Empleo

Además del impacto directo en la economía, el informe destaca también cómo la inversión en el sector sanitario también permite generar y mantener empleos. En concreto, cada millón de euros invertido en el sector contribuye a la generación y mantenimiento de más de 15,6 trabajos.

En lo referente al mercado laboral de las actividades sanitarias, los últimos datos (2018) cifran en 1,8 millones los españoles que estaban empleados en alguna actividad al sistema sanitario, lo que representa un 10% del total de afiliados a la Seguridad Social.

El grueso de dichos empleos se concentra en las actividades hospitalarias, médicas y odontológicas (un millón), mientras que alrededor de medio millón de trabajadores están empleados en actividades de servicios sociales.

La industria y la I+D ligada a la sanidad da trabajo a algo más de 65.000 personas, mientras que más de 160.000 se dedican a la distribución y comercialización de productos médicos o farmacéuticos

Un plan de inversión

Sobre este análisis del peso del sector sanitario en la economía, su generación de valor añadido y su impacto en el empleo, el informe propone un Plan de Inversión en Sanidad (2021-2025) que elevaría de manera estable en dos puntos los recursos destinados a la asistencia sanitaria en relación con el PIB.

El Plan constituiría “una inversión en capital humano, mejorando la calidad y cantidad del factor trabajo, lo que tendría un efecto positivo sobre el crecimiento del PIB”.

En concreto, el informe propone incrementar la población en activo y la duración de la vida laboral, así como un aumento de la productividad. El efecto de estas medidas supondría que el Plan de Inversión en salud elevaría el PIB en el período 2025-2040 en 427.000 millones de euros.

Noticias relacionadas