Bruselas

La Unión Europea da el primer paso para crear un certificado común de vacunación contra la Covid-19, un documento que de momento tendrá únicamente un uso médico. El motivo es que los Estados miembros están divididos sobre la posibilidad de utilizarlo también como pasaporte para facilitar los viajes sin necesidad de pruebas PCR ni cuarentenas, tal y como defiende el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Siguiendo el mandato dado por los líderes europeos en la videocumbre del 21 de enero, los expertos de los Estados miembros, con el apoyo de la Comisión, han adoptado directrices sobre cómo deben ser las "pruebas de vacunación" para uso médico. Estas directrices tienen como objetivo facilitar la interoperabilidad y reconocimiento mutuo de los diferentes certificados de vacunación nacionales. 

Se trata de garantizar que el contenido de los certificados sea uniforme, para lo cual se fija un contenido mínimo de datos, con la información esencial que debe incluir cada certificado: identificación de la persona y datos sobre la vacuna administrada y su fabricante. El certificado debe presentarse al menos en inglés, aunque podrá incluir también otras lenguas.

Las directrices fijan también las bases para un marco de confianza con el fin de garantizar la autenticidad y la integridad de los certificados. Esta cuestión todavía no está cerrada y la discusión continuará a nivel de expertos para concretar más medidas necesarias de seguridad y protección de datos

El acuerdo despeja el camino para una solución que se puede adaptar tanto para papel como para medios digitales. Además, garantiza la flexibilidad y la compatibilidad con formatos nacionales ya existentes, así como una rigurosa protección de los datos personales, según ha informado la Comisión Europea.

La comisaria de Sanidad, la chipriota Stella Kyriakides, ha celebrado este primer acuerdo entre los Estados miembros. "Necesitamos un enfoque común sobre los certificados de vacunación y espero continuar cooperando con la Organización Mundial del Comercio para expandir esta herramienta a escala mundial. Los certificados de vacunación interoperables serán un importante instrumento para los ciudadanos durante la pandemia, pero también para cuando la hayamos superado", sostiene Kyriakides.

De hecho, los países más dependientes del turismo, como España, Grecia o Portugal, quieren que estos certificados puedan usarse como pasaportes para recuperar la movilidad en la UE.

Sin embargo, otros Estados miembros como Francia o Alemania se oponen con el argumento de que todavía no se sabe si las personas vacunadas pueden seguir contagiando y de que deben evitarse situaciones de discriminación o privilegios, sobre todo en un momento en que los antídotos son aún muy escasos. Por ello, el debate sobre esta cuestión se ha aplazado indefinidamente.

Las directrices se han consultado no sólo con la OMS, sino también con la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y con el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). El acuerdo se centra en las vacunas contra la Covid-19, pero podrían usarse en el futuro para demostrar la administración de otros antídotos.

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