El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha presentado este martes las líneas maestras de la estrategia de vacunación de la Covid-19. El objetivo de este plan es reducir la morbilidad y mortalidad causada por esta enfermedad.

Las primeras dosis de las diferentes vacunas que están en desarrollo llegarán de manera gradual. Por esta razón, se ha establecido un orden de prioridad de 18 grupos de población a vacunar. En la primera fase del plan de inmunización, se vacunará a cuatro: residentes y personal sanitario y sociosanitario en residencias de mayores, personal sanitario de primera línea y ancianos.

Sin embargo, la estrategia no especifica cuáles serán los 14 grupos restantes que serán vacunados en las dos siguientes fases anunciadas por el ministro de Sanidad. Lo que sí se han concretado son los criterios que se han tenido en cuenta para determinar la población que se inmunizará de manera prioritaria.

Una residencia de ancianos, en Lugo.

Según se desprende del documento publicado por Sanidad, el orden de prioridad de grupos de población a vacunar se ha establecido teniendo en cuenta criterios científicos, éticos, legales y económicos. En este punto, se ha considerado la protección de los grupos con mayor vulnerabilidad y aquellos en los que nuestro ordenamiento jurídico ha asumido un deber específico reforzado de protección.

La evaluación de los diferentes grupos de población prioritarios para la vacunación se ha sustentado bajo un marco ético en el que prevalecen los principios de igualdad y dignidad de derechos, necesidad, equidad, protección a la discapacidad y al menor, beneficio social y reciprocidad.

Para establecer la priorización de los grupos a vacunar en cada una de las tres etapas de la estrategia, el grupo que ha trabajado en este plan ha realizado una evaluación en función del riesgo de morbilidad grave y mortalidad, de exposición, de impacto socioeconómico y de transmisión, además de criterios de factibilidad y aceptación.

Ha sido en función de esta evaluación como se han fijado los primeros cuatro grupos. Para los restantes, el documento de la estrategia señala que, una vez que se conozca la disponibilidad de dosis o vacunas autorizadas, se acordará la priorización final de la vacunación. Será el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud quien tome está decisión.

Estrategia precipitada

El ministro de Sanidad ha dicho que la campaña de vacunación empezará en enero. Sin embargo, todavía no se han autorizado los antígenos en desarrollo. Sobre este asunto, José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), ha sido muy crítico: “Es precipitado anunciar una estrategia sin tener resultados sólidos publicados en revistas científicas”.

Además, en su opinión, también es precipitado fijar los grupos prioritarios para la vacunación “sin haber tenido una experimentación ni unos resultados”. Sin esto “puede que la población no quiera vacunarse”.

Una opinión diferente tiene, por su parte, Lorenzo Armenteros, portavoz Covid-19 de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), para quien la publicación de estas líneas maestras “es oportuna porque se da en un momento en el que necesitamos hablar de ciertas esperanzas”. Sin embargo, faltan criterios por especificar, como las competencias de las comunidades autónomas, su desarrollo o la vacuna a utilizar.

Por su parte, Amos García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) y uno de los participantes en el desarrollo de esta estrategia, ha señalado a Invertia que está satisfecho con el resultado conseguido. Sin embargo, no puede concretar nuevos aspectos debido a una cláusula de confidencialidad.

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