Málaga

La empresa malagueña MasFabEs abrió sus puertas en el mes de abril, en plena pandemia. Su relación con la Covid es directa, ya que se dedican exclusivamente a fabricar mascarillas. Sus instalaciones se encuentran en una pequeña localidad malagueña, Pizarra, con apenas 9.000 habitantes. 

Hoy dan trabajo a 33 empleados que se reparten en turnos para estar 24 horas con la producción en marcha. Es el momento idóneo para hacerse fuertes en un mercado claramente dominado por el producto asiático. “Cuando empezamos teníamos clara una máxima: hacer mascarillas de calidad”, afirma Pedro Herranz, uno de los socios fundadores, en conversación con Invertia.

“Tenemos un proceso totalmente automatizado de fabricación”, indica Herranz. A eso hay que unir la bajada de precio de los materiales. Han conseguido salir al mercado con mascarillas higiénicas baratas para el consumidor: 0,13€ la unidad. “Si el Gobierno hubiera bajado el IVA a todas y no sólo a las quirúrgicas, podríamos vender a once céntimos”.

MasFaBes es el resultado de una aventura familiar. Los tres socios fundadores, Pedro, Manolo y Marcos, decidieron poner en marcha un proyecto con una misión clara: “Queríamos suministrar mascarillas de calidad a las familias españolas”

“La fábrica la situamos en Pizarra porque está cerca de Coín, allí es donde Manolo tiene su negocio”, explica Pedro. Ninguno de los tres tenía vinculación con el sector sanitario o textil antes de la llegada de la Covid, pero se han unido para este proyecto que ha contado con una inversión inicial de 1,7 millones de euros.

Según Herranz, aunque actualmente sólo produzcan mascarillas higiénicas, están “a la espera de la certificación de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) para poder comercializar las quirúrgicas”.

Eso implicaría un importante cambio. Por un lado, podrían bajar el precio final al beneficiarse el cliente del IVA reducido del 4%. Por otro lado, con la misma tecnología y proceso, podrían llegar a otros clientes.

Investigación

En paralelo a la fabricación de mascarillas del tipo higiénico, están invirtiendo en I+D. “Somos conscientes de que el consumo de mascarillas entre la población general acabará. De hecho esperamos que cuanto antes, mejor”, apunta Herranz. Es por lo que están trabajando en lo que ellos llaman “mascarillas activas”.

La principal diferencia es que “estamos fabricando otro producto que lleva un biocida, HeiQ Viroblock, que traspasa la membrana de los virus y ataca al núcleo”, comenta Herranz. HeiQ, la compañera de viaje en este proyecto, es una empresa química suiza con la que están trabajando gracias al contacto de Marcos, otro de los fundadores, que reside en aquel país.

Mascarillas en producción

Sabedores de que los estándares de protección están cambiando, han apostado por estas mascarillas que ofrecen una mayor seguridad para los trabajadores del ámbito sanitario, así como a los enfermos. “Además, hemos visto que el mercado está apostando cada vez más por la calidad en las mascarillas y, sobre todo, por la fabricación europea”.

En este sentido, están recibiendo un alto número de pedidos para clientes finales en España: “Sin embargo, los grandes clientes vienen de Latinoamérica, Centroeuropa o Estados Unidos, allí se valora más la innovación”, comenta Herranz.

14 millones al mes

En la fábrica de Pizarra se trabaja en tres turnos de ocho horas. De allí salen cada mes unos 14 millones de mascarillas. "La línea de producción está diseñada por ingenieros especializados en ingeniería sanitaria, lo que permite mantener los estándares de seguridad e higiene durante todo el proceso", indica Herránz.

Es en la llamada 'sala blanca' donde se realiza la labor de estuchado: "De ahí salen con todas las garantías y pasan al proceso de embalaje". Además, uno de los elementos que hacen que las mascarillas puedan mantener su precio es la distribución exclusiva online.

Actualmente sólo se pueden adquirir a través de la web de su distribuidor. "Aunque hemos tenido contactos con grandes superficies, no es nuestro objetivo. Queremos centrarnos en el cliente especializado en el sector sanitario", explica Herranz.

Aún así, mientras continue la obligatoriedad del uso de mascarilla, seguirán manteniendo su venta al consumidor final: "Es por lo que nacimos, para suministrar a las familias un producto de calidad y a buen precio", concluye.

Noticias relacionadas