A pesar de la crisis económica y sanitaria que sacude el mundo, Bayer está de enhorabuena. Al menos en España. El gigante germano ha logrado aumentar sus ventas en un año en el que ha batido su récord de inversión en nuestro país.

El CEO de la compañía en nuestro país, Bernardo Karahuati, en la entrevista que ha concedido a Invertia, explica que su intención es la de mantener las inversiones en España a pesar del coronavirus. De cara al futuro y sobre la recuperación económica del país y del Europa, apuesta porque las Administraciones Públicas e industria y empresas pacten una hoja de ruta conjunta que pueda reforzar fortaleza y atenuar debilidades.  

¿Cómo valora la marcha de Bayer en España en 2019?

Fue un año positivo a nivel operativo y estratégico. Cerramos 2019 con unas ventas de 693 millones de euros, que suponen un 3,3% más que en el año 2018 y que muestran una aceleración del crecimiento respecto al año anterior.

De estos 693 millones, 295 millones fueron de Crop Science (el área agrícola de Bayer), creciendo un 7,1%. Es el primer año que reportamos las cifras consolidadas tras las adquisiciones que hemos hecho. El motor principal de este crecimiento son los lanzamientos que hicimos en 2018, pero también los que hicimos en 2019, particularmente nuestra gama de productos biológicos y de herramientas digitales. Esto es un claro reflejo de lo que estamos haciendo y de sus buenos resultados.

Bernardo Kanahuati, CEO de Bayer.

La división farmacéutica cerró 2019 con unas ventas de 340 millones de euros. Esto supone un 2% más que en 2018. Nuestros motores de crecimiento fueron nuestro anticogulante oral Xarelto y nuestro producto oftalmológico Eylea. También destacaría los 35 millones de la división de salud animal, con un crecimiento del 7,6% anual, que habla de un negocio muy saludable que, como ya hemos anunciado, será vendido en la segunda mitad del año a Elanco.

Por último destacaría nuestra división de Consumer Health (autocuidado), que llegó a 91,6 millones de euros. Aquí tuvimos un leve ‘reset’ del 2,5% por ajustes de portfolio y por una temporada de tos y resfriado más benévola de lo habitual.

En la segunda mitad del año pasado, Bayer anunció un ERE en la planta que tiene en Sant Joan de Espí. ¿En qué situación está?

Efectivamente, en 2019 realizamos un ERE en el que 59 puestos fueron afectados. Esto está ligado a un plan de eficiencia global que fue aprobado en 2018 por la compañía, cuyo objetivo principal es hacernos mucho más ágiles y eficientes y poder dedicar recursos a innovación y tecnologías que nos posicionen de manera más sólida tanto en salud como en alimentación.

El compromiso de inversión en España de Bayer es claro. Son 120 años aquí, ha sido una inversión continuada a través del tiempo y 2019 ha sido un año récord

De ahí las decisiones no solo de eficiencia sino de ajustes en el portfolio, por las que vendimos nuestro negocio de salud animal y marcas tan importantes como Doctor Scholl’s o Coppertone.

¿Cómo marchan inversiones en España? ¿Y qué previsiones hay para 2020?

El 2019 fue un año récord en España para Bayer en cuanto a nivel de inversión, es un hito histórico. Se invirtieron 60,4 millones de euros de los que 35,2 millones fueron en I+D y 25,2 millones en infraestructuras, el doble de lo que invertimos en 2018.

Ahondando en la I+D, 20 millones fueron a la división farmacéutica y aproximadamente 12 millones fueron a la división agrícola. El compromiso de inversión en España de Bayer es claro. Son 120 años aquí, ha sido una inversión continuada a través del tiempo y 2019 ha sido un año récord.

Para 2020 yo espero que sigamos la misma tendencia. Es decir, que de acuerdo a la misma evolución del negocio, que tanto la inversión en infraestructura como en I+D se mantenga en una tendencia similar. Si vemos la inversión de Bayer en España a través del tiempo, ha habido una aceleración muy importante en los últimos cinco años.

Las crisis está provocando ciertos temores en España a que se vayan determinadas inversiones, como ha ocurrido con Nissan, a pesar de las promesas de que esto no iba a suceder. ¿Podría ocurrir algo similar con alguna de las plantas que tiene Bayer en España por la crisis?

En esta crisis hemos visto algo muy importante: todas las compañías del sector salud y del sector agrario hemos visto que nuestra labor es muy relevante y tenemos un compromiso que cumplir. Bayer, en particular, al participar en ambos sectores, se posiciona de una manera muy estratégica y estamos donde más se nos necesita. El país necesita un plan de reconstrucción económica y de la mano con las autoridades tenemos que contribuir a que España se recupere y vuelva a la normalidad.

Aquí el papel de la industria farmacéutica es clave porque, por un lado, hay que asegurar que el sistema sanitario se fortalezca. Por el otro, hay que contribuir a que los medicamentos innovadores lleguen lo antes posible a los españoles y que la salud tanto económica como física de la población sea la mejor.

¿Por sus palabras entiendo que no cabe esperar desinversiones de Bayer en España, entonces?

Nuestros planes de inversión siguen siendo los mismos, están en línea con 2019. En cualquier caso yo siempre digo que aquí hay que ver la evolución del negocio completo. Una estabilidad y una evolución positiva del negocio siempre permite hablar de una estabilidad y una evolución positiva del empleo y de las inversiones.

Ante la crisis mundial que azota los mercados… ¿Qué sensaciones transmite la sede central de Bayer en Alemania?

Es muy pronto para sacar conclusiones sobre qué podría o qué no podría pasar. Nuestro enfoque ha sido, y seguirá siendo, que, primero, durante esta crisis nuestros empleados tengan salud y seguridad. Segundo, que nuestros centros de producción y nuestro negocio sigan operando de manera ininterrumpida asegurando el abastecimiento tanto de medicamentos como de insumos para la agricultura, así como de productos para los consumidores de autoconsumo. Y tercero, apoyar junto a otras industrias y sectores una recuperación económica.

Pero esta va a ser una etapa en la que vamos a tener que capitalizar los aprendizajes adquiridos. A muchos nos gustaría tener una bola de cristal y saber cómo va o no va a impactar esta situación, pero creo que es muy pronto para decirlo.

¿Cuáles son los planes para el área agrícola de Bayer, la antigua Monsanto?

Ya en 2019 tuvimos lanzamientos importantes en este área, sobre todo en biológicos. Tenemos fungicidas, como el Serenade Aso, y el insecticida Sonata. Contienen propiedades únicas de protección para las plantas y permiten un mayor rendimiento de los cultivos de los agricultores.

También tenemos una plataforma digital que hemos lanzado y con la que cientos de agricultores en España pueden, con una tecnología satelital, seguir y administrar sus cultivos y personalizar la manera en la que utilizan sus insumos. Nuestra vocación y habilidad para innovar sigue intacta en este sector. Tenemos mucho entusiasmo al respecto.

En las últimas semanas, Bayer estaría cerrando numerosos acuerdos para resolver las demandas por el glifosato. ¿Es esto un alivio para la compañía, dado además que las acciones de la empresa presentan una caída del 14% en la que va de año?

Primero, en España no tenemos ningún litigio por este producto. Segundo, los litigios en Estados Unidos sí han avanzado pero por razones de confidencialidad no puedo hacer ningún comentario al respecto. Lo que hemos mencionado es que se consideraría una resolución si es económicamente razonable para nosotros y puede ayudar a resolver potenciales litigios en el futuro.

En una reciente entrevista, Martín Sellés, presidente de Farmaindustria, consideraba que son necesarias medidas para reforzar y aumentar las inversiones en España por parte del sector privado. ¿Cuáles deberían ser para que empresas como Bayer aumenten su confianza en nuestro país?

Primero que nada, en tiempos como los actuales es difícil obtener certezas absolutas. Yo hablaría de una estabilidad que permita a la industria farmacéutica contribuir a la recuperación económica en coordinación con las autoridades sanitarias.

Sabemos que la industria farmacéutica en España genera alrededor de 200.000 empleos directos e indirectos

Sabemos que la industria farmacéutica en España genera alrededor de 200.000 empleos directos e indirectos. Tenemos 82 plantas en el país. Damos servicio a 25 millones de españoles que diariamente toman sus medicamentos. El rol de la industria para aportar innovación a través de los medicamentos innovadores es clave.

Es necesario fortalecer las infraestructuras y la capacitación del sistema sanitario español, pero la aportación de nuevos medicamentos es esencial para que tengamos una sociedad en la que podamos hablar de salud tanto económica como física. Esta debe ser la hoja de ruta en la que tanto industria como Gobierno aportemos cada uno nuestra parte.

¿Cuál debe ser la parte del Gobierno?

Dar claridad y estabilidad al proceso por el que damos acceso a la innovación en España, asegurándonos de que los pacientes puedan tener los medicamentos innovadores al mismo tiempo que los alemanes, los italianos o que cualquier otro europeo.

También debe haber claridad en los procesos de financiación de los propios medicamentos, y que aspiremos a tener un acceso homogéneo en todo el territorio nacional. Que junto a Ministerio y comunidades podamos tener un abordaje en beneficio del paciente.

Dados los problemas que ha habido en la obtención de determinados principios activos por la crisis, como la hidroxicloroquina o el paracetamol, ¿cree que Europa debe tomar medidas para recuperar la producción de determinadas materias primas?

Esta crisis va a dejar muchos aprendizajes y enseñanzas, estamos todavía en la fase de digerirlos. El que menciona usted es uno de ellos. Nosotros tenemos la suerte de tener en nuestras instalaciones de La Felguera (Asturias), la producción del principio activo ácido acetilsalicílico. En Madrid, en Alcalá de Henares, tenemos la planta donde producimos de gelatinas blandas para todo Bayer a nivel mundial.

La reflexión que hagamos debe estar en una hoja de ruta conjunta de la industria con las autoridades. Cuando hay compromisos de la industria para generar empleo, para reforzar las plantas de productos esenciales o materias primas, debe haber un plan de estabilidad y de un sistema que permita que esto sea potenciado.

España ha probado ser un país muy importante desde el punto de vista de I+D. En Europa, es el primero para muchas compañías en investigación clínica

Esperamos que se desarrolle esta hoja de ruta en la que cada uno pone los elementos en los que puede contribuir. En particular, España ha probado ser un país muy importante desde el punto de vista de I+D. En Europa, es el primero para muchas compañías en investigación clínica. En nuestro caso, tenemos una gran cantidad de ensayos clínicos. En casi todos los proyectos a nivel global hay participación española. Hay más de 7.000 pacientes que se benefician de estos ensayos clínicos.

Eso es una muestra muy clara no solo del compromiso de Bayer con España en investigación, sino también de que España tiene la materia prima y las capacidades para atacar ese tipo de proyectos que en ocasiones son de muy alta envergadura. Nosotros tenemos en el país seis centros de I+D, tanto en la parte de salud como en la agrícola, que indican que existen las plataformas para que este tipo de inversiones se den.

¿Es el sector ‘agro’ la rama de la economía que más ha destacado en esta crisis de manera inesperada?

Seremos más personas, viviremos más años y el impacto climatológico sobre todo en la agricultura hace que haya menos superficie arable y que los cultivos sufran un poco más. Creemos que el enfoque en la agricultura sostenible tendría que estar en el desarrollo de los sistemas agrícolas, como un todo. La sostenibilidad de cualquier sistema agrícola, orgánico o convencional, depende en gran medida de las herramientas de las que disponga el agricultor y de cómo se utilicen.

En ese sentido, Bayer participa aportando tanto soluciones agrícolas convencionales como orgánicas. El abordaje debe ser mucho más holístico. Cuando hablo de un enfoque holístico me refiero que aportamos soluciones convencionales que han sido complementadas por soluciones biológicas que permiten al agricultor tener un portfolio mucho más equilibrado.

¿Qué opina de la idea de que España y Europa dispusiesen de una reserva estratégica de productos sanitarios?

Todos los aprendizajes de esta crisis nos van a llevar reflexionar sobre distinto tipo de medidas, no necesariamente una tiene que ser mejor que la otra. Tenemos ver cuáles son los elementos de la cadena de valor prioritarios que se deben manejar, mejorar o cambiar para afrontar situaciones como esta. No solo tener un mayor inventario soluciona un problema.

Si tenemos un sistema logístico que permite tener ciertas fluctuaciones y abastecer a la población, lo podemos hacer sin que haya ‘sobrecompra’. Esto es lo que pasó en el caso del medicamento: potenciales problemas de suministros se pudieron manejar en asociación con las autoridades públicas.

¿Cuáles son las lecciones de esta crisis? ¿Ha salido la industria farmacéutica reforzada de ella?

La industria farmacéutica ha jugado un papel clave en esta crisis del coronavirus. Hemos visto la necesidad de reforzar el sistema sanitario y de que los medicamentos esenciales estén a disposición de los españoles. ¿Que si saldrá reforzada de esta crisis? Es prematuro dar una respuesta. Lo que que sí ha estado claro ha sido su importancia y el papel que ha jugado en momentos como este.

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