El Consejo de Ministros ha dado luz verde a la estrategia de movilidad segura, sostenible y conectada 2030. Esta iniciativa constituye el marco estratégico en materia de movilidad del actual ejecutivo y será la antesala de la puesta en marcha de Ley de Movilidad Sostenible, el marco normativo en el que se volcará esta estrategia.

La ministra de Transportes Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha sido la encargada de presentar los detalles de este proyecto durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "El objetivo es que tengamos una movilidad sostenible tanto en lo que tiene que ver con el medioambiente como en lo económico".

"Queremos contar con una movilidad más digital y más accesible. Vamos a poner gran atención en las mercancías y, concretamente, en aumentar el volumen de mercancías transportadas por ferrocarril. Estamos a la cola de Europa, para tener éxito será clave terminar los corredores Mediterráneo y Atlántico y conectar los puertos y aeropuertos", ha detallado Sánchez en su intervención.  

Cuatro pilares

El diseño de esta estrategia parte de cuatro pilares. El primero de ellos reconoce la movilidad como "un derecho social". Una idea, que se viene repitiendo desde la etapa de José Luis Ábalos al frente del ministerio y que ha continuado con Raquel Sánchez, que reconoce el papel fundamental que juega la movilidad a la hora de generar riqueza, desarrollo e igualdad de oportunidades para los ciudadanos.

El segundo de los ejes de esta estrategia destaca la necesidad de contar con un sistema limpio. La sostenibilidad es la base sobre la que se pretende desarrollar el resto de la normativa. La nueva regulación funcionará como marco a la hora de alcanzar los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones en los que el transporte desempeña un papel clave.

Del mismo modo, la nueva norma hará hincapié en la digitalización. La industria de la movilidad ha sido una de las que más tiempo ha seguido guiándose por patrones analógicos. Del mismo modo, la popularización de ciertas capacidades digitales, han provocado que durante los últimos años surjan infinidad de iniciativas difícilmente clasificables en el marco de la legislación anterior.

Por último, la estrategia de Movilidad otorgará un papel central a los ciudadanos. Una forma simbólica pero que, además, va a permitir priorizar aquellos proyectos que ofrezcan un gran valor añadido al día a día de los usuarios. Una cuestión clave en el entorno de los fondos europeos que permitirá que estas iniciativas cuenten con más papeletas para acceder a las ayudas.

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