Un desastre para las carteras conservadoras. Rentabilidad herida de muerte. Pérdidas que superaron el 5% en 2018... La renta fija se presentaba este año como uno de los activos más difíciles de gestionar después de unos meses en los que la categoría, supuestamente destinada a los perfiles más conservadores, provocó notables pérdidas a sus partícipes. 

Los expertos auguraban la misma tendencia de pérdidas para este 2019. Pero la realidad es que la renta fija está viviendo un año dorado con las políticas expansivas de los bancos centrales que han presionado a la baja los intereses de la deuda, con la consiguiente subida de los precios. 

No hay que irse muy lejos para comprobarlo. El precio del bono español a 10 años cotiza en el 103,65%, con lo que los inversores que compraron este tipo de deuda a principios de año –cuando rondaba el 99,80%- han ganado un 3,85%. El caso del ‘bund’ alemán es todavía más significativo. Su precio se sitúa en el 104,2%, generando una rentabilidad del 4,2% desde principios de año con este papel, a medida que el interés (que se mueve de manera inversa al precio) ha caído hasta tipos negativos del -0,42%.

SOLO PARA GANADORES

Los fondos de renta fija han aprovechado la situación para recuperar ‘vía precio’ todo lo perdido el pasado año. La categoría de Renta Fija Corto Plazo es la que más dinero captó hasta septiembre (3.934 millones de euros), seguida de la Renta Fija Largo Plazo, con 3.450 millones de euros. Ambas suman rentabilidades del 0,65% y del 3% en el periodo, según datos de Inverco. 

Entre los productos que mejor han aprovechado el ‘tirón de precios’ este año destaca el CaixaBank Smart Money RF Gobierno, que ha logrado romper la ‘regla’ de que los fondos más vendidos no son nunca los más rentables. En concreto, este es el fondo que más dinero ha captado en Renta Fija Largo Plazo (eliminando de la ecuación los nuevos productos que se han lanzado al mercado a lo largo de 2019), con una rentabilidad del 10% a través de la inversión en futuros y fondos de deuda pública, además de bonos de algunos países periféricos. 

Lo mismo ocurre con el CaixaBank Smart Money Renta Fija Inflación, que ha generado una rentabilidad del 7% a sus partícipes convirtiéndose en el segundo más vendido de su clase. El fondo invierte en activos de renta fija pública de emisores de la zona euro de los que, como mínimo, un 50% deben ser bonos ligados a la inflación. 

PEOR EN EL CORTO PLAZO

Los inversores han tenido ‘peor ojo’ con los fondos de Renta Fija Corto Plazo como el CB Interés 4, el mejor de su categoría con una rentabilidad del 10% en el año. A pesar de ello, acumula reembolsos de 22 millones de euros, después de que en abril alcanzase el objetivo de rentabilidad establecido en su política de inversión. 

Otro de los mejores en esta clase de productos es el Renta 4 Renta Fija Euro, con unas ganancias de más del 4% en 2019. Los gestores invierten en bonos soberanos, con fuerte presencia de Italia y Portugal en su cartera. Pese a sus buenos datos de rendimiento, el producto acumula reembolsos por valor de 65 millones de euros. 

UNA INVERSIÓN GLOBAL

Los fondos de renta fija internacional también viven un año de récord, con suscripciones de 3.660 millones de euros (incluidos los fondos de renta fija mixtos) y rentabilidades cercanas al 5%. La cifra supera incluso el 3,89% que suman los productos de bolsa española en el mismo periodo. 

El Bankia Bonos Internacional, en su clase cartera, es el producto más vendido con 321 millones de euros en suscripciones. Su rentabilidad es del 6,3%. Más que suficiente para un inversor conservador, pero lejos del 10% que ganan otros productos de la categoría como el Sabadell Dólar Fijo Base, el Eurovalor Bonos Emergentes, el Santander Renta Fija Latinoamérica o el CaixaBank Smart Money Renta Fija Emergentes, todos ellos con cifras de suscripciones notablemente inferiores y algunos incluso con reembolsos. 

¿HAY RIESGO DE BURBUJA?

Con más de 15 billones de dólares con intereses negativos en el mundo y los precios generando rentabilidades olvidadas desde hace años en la categoría, los tambores de burbuja llevan tiempo sonando en el mercado. ¿Es sostenible la subida de precios? Los expertos no lo tienen claro.

Muchos consideran que los tipos negativos han empezado a tocar suelo en la deuda soberana. El mismo martes, Alemania colocó una emisión de deuda a 30 años a un tipo de interés del 0,07%. Un nivel muy bajo pero por encima del 0,05% de la anterior subasta de septiembre y fuera de los tipos negativos del -0,11% que marcaron la emisión previa, celebrada en agosto.

Desde la gestora Ethenea consideran, sin embargo, que los factores determinantes de este fenómeno “se han mantenido prácticamente invariables en los últimos meses”. “En el centro de esta permanente espiral ha estado siempre la combinación nefasta de crecimiento nulo y un endeudamiento elevado”, indica. Por eso, creen que las nuevas compras de deuda por parte del BCE seguirán presionando a la baja el interés de los bonos, con la consiguiente subida de los precios.  

¿Queda recorrido? Sí. ¿Hasta cuándo? Esa es la gran duda. Para Jonathan Gregory, director de renta fija de UBS, “sería recomendable tomar posiciones diversificadas”. A su juicio, apuesta por comprar bonos de EEUU y China, con posiciones cortas en regiones consideradas caras como la Eurozona. 

 

Noticias relacionadas