Condenados a perder poder adquisitivo. La nula remuneración que los tipos negativos han dejado en los depósitos no ha sido suficiente para alejar a las familias españolas de su producto de ahorro de referencia. Según los últimos datos del Banco de España, los hogares tienen más dinero que nunca (816.700 millones de euros) en este tipo de producto cuyo rendimiento medio apenas supera el 0,03%, con lo que no da para batir a la inflación. 

El escenario es demasiado complejo para aquellos que, más que generar rentabilidad, buscan preservar su capital. En pleno debate sobre la posibilidad de cobrar por los depósitos, el sector bancario ha dado un giro en su estrategia de ventas para evitar, además, que los activos supuestamente más seguros se conviertan en un quebradero de cabeza para los ahorradores

¿DEPÓSITOS? ¿DÓNDE?

Hace tiempo que los depósitos a plazo han desaparecido de los escaparates de las sucursales. Pero el movimiento ha llegado también a los fondos de inversión o a servicios como la gestión discrecional de carteras. “La actual situación de tipos de interés dificulta encontrar alternativas que garanticen la preservación de capital y, al mismo tiempo, permitan ofrecer un rendimiento que supere la inflación”, reconocen desde CaixaBank.

Fuentes de la entidad explican que, en el entorno actual, “no asumir riesgo supone renunciar al poder adquisitivo en el futuro” por lo que en su ‘cara a cara’ con los clientes estudian 'al dedillo' qué parte del ahorro se puede dedicar a inversiones con un perfil de riesgo, en vez de bajo, moderado, “para que puedan aspirar a rentabilidades superiores a la inflación”. 

Es la tónica en todas las entidades. “Para un perfil ultraconservador con mínima tolerancia al riesgo hay muy poco donde rascar en el banco”, reconocen fuentes de Banco Santander, donde los depósitos desaparecieron de su oferta comercializadora hace mucho tiempo. 

CUENTAS Y RENTA FIJA GLOBAL

La alternativa para los clientes que se niegan a probar con otros productos financieros es, en el caso del banco cántabro, la Cuenta 1,2,3 y, a través de OpenBank, la Cuenta Ahorro Bienvenida en sus formatos con nómina (remunerada) y sin nómina. “En fondos de inversión siempre hay renta fija, pero si se trata de perfiles tan conservadores, deben saber que estos productos también implican algo de riesgo”, insisten. La gestora del banco, por ejemplo, lleva meses apostando por sus fondos mixtos perfilados de la gama ‘Mi Fondo’, con el fin de ofrecer una mayor diversificación a los patrimonios más ‘tímidos’ con la renta variable.

En BBVA han ido más allá. Su estrategia de ventas en la red de sucursales se ha centrado en las denominadas Carteras Multiestrategia en las últimas semanas. Este servicio ofrece cinco perfiles de riesgo y los empleados del banco han recibido la orden de no comercializar el primer perfil (el de riesgo más bajo) ante la evidencia de que, con él, no se puede garantizar la preservación del capital. “Lo hemos tachado de la lista e intentamos llevar al cliente al siguiente perfil de la cartera, que también es de bajo riesgo, pero con algo más de exposición a la parte menos conservadora de la estrategia”, indican desde una sucursal del banco. 

En este caso concreto el cliente salta de una exposición del 10% a la estrategia de mayor riesgo a invertir hasta el 25% en la misma. La volatilidad también pasa del 3% a un máximo del 10%. 

Para aquellos que no quieren invertir en fondos, BBVA también ha retomado la comercialización de algunos productos de mayor complejidad como los contratos financieros. Entre otros, la entidad ‘vende’ en oficina un activo estructurado en dos tramos, uno fijo con un cupón asegurado y otro variable cuya rentabilidad final depende de la evolución en bolsa de una cesta de tres valores (Iberdrola, Inditex y Repsol). 

LA CLAVE, LA DIVERSIFICIACIÓN 

Otras entidades como Bankia aseguran que de momento no han realizado ningún movimiento concreto para ‘guardar en el cajón’ sus productos más conservadores. Sin embargo, la línea de fondos que la entidad potencia para perfil es muy diversificada. En concreto, el Bankia Soy Así Cauto es un fondo de fondos que ya invierte hasta un 20% en renta variable. En su servicio de gestión de carteras, la exposición a renta variable también puede alcanzar el 15% en los perfiles más conservadores (Cartera Tranquila). 

En los negocios de banca privada también tienen claro que, para no decepcionar a sus clientes en términos de rentabilidad, la solución pasa por más riesgo o mayor diversificación. Y en este sentido, los activos alternativos se han colado en sus recomendaciones aunque, eso sí, con un porcentaje muy limitado dentro del patrimonio total. “Estos activos producen ganancias de diversificación y ofrece una mayor protección a los inversores en periodos negativos del mercado”, explican desde Bankinter. “En consecuencia, puede resultar beneficioso tener una pequeña porción de la cartera asignada a este tipo de activos”. 

La misma idea barajan desde Banca March, que también ha pedido a sus clientes más conservadores que renuncien a la liquidez para destinar un máximo del 20% de las carteras a activos como inmobiliario, capital riesgo, hedge funds o renta fija privada. “Las políticas de los bancos centrales han provocado que tengamos que invertir de una manera totalmente diferente y la renta fija tiene que estar fuera de las carteras de los clientes más conservadores”, insistía recientemente el director de estrategia de mercados de la entidad, Joan Bonet.

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