Diciembre de 2017. César González-Bueno, consejero delegado de ING en España, lanza un mensaje, casi un deseo, en un encuentro financiero organizado por la escuela de negocios IESE y la consultora EY. "Nuestro reto es virar a los clientes del banco dese el ahorro a los productos de inversión", confesó. 

Ahora, año y medio después, ING convierte en realidad ese propósito con el lanzamiento de 'Inversión Naranja+', una propuesta que pretende, según las palabras de la propia entidad, "democratizar el mundo de la inversión". La intención de fondo es la manifestada por González-Bueno entonces: que los clientes de productos como depósitos y cuentas, que están perdiendo dinero en términos reales porque la rentabilidad que obtienen con estos instrumentos es inferior a la inflacion, migren hacia productos potencialmente más rentables.

Vamos, que muten de ahorradores a inversores. "Hay 27.000 millones de euros en la Cuenta Naranja que no son rentables para nuestros clientes", ha reconocido el propio González-Bueno, para concretar una realidad que indica que en España actualmente hay aparcados más de 800.000 millones de euros en cuentas y depósitos cuya remuneración apenas supera el 0%. 

Para ello, ING les propone una cartera con siete fondos, cada uno de los cuales continen una diferente dosis de riesgo, que va desde el que solo destina un 10% a renta variable hasta el que dedica un 90% a ella, y con el respaldo de un 'manager' personal que se encargará de la relación con el cliente. 'Inversión Naranja+' no tiene importes mínimos y está abierto tanto a los clientes de ING como a los que no lo son. ¿El coste? Una comisión del 0,99%

TRES INGREDIENTES

Esta propuesta, además de hacer "accesible a más gente a los productos a los que solo unos pocos optan ahora", se apoya en tres pilares fundamentales para tratar de aportar a los inversores una mayor rentabilidad que cubra el encarecimiento del coste de la vida: largo plazo, diversificación y gestión pasiva

Con estos ingredientes, pretenden derribar "las falsas creencias" que, como ha subrayado Francisco Quintana. jefe de estrategia de inversión de ING, suelen actuar como barreras de entrada al mundo de la inversión. Se ha referido, en concreto, a cuatro. La primera, la idea de que "para no perder dinero lo mejor es dejarlo en la cuenta". La segunda, que "los expertos saber como conseguir más rentabilidad". La tercera, que "para batir al mercado hay que saber cuándo comprar y vender". Y la cuarta, que "invertir en renta variable es muy arriesgado". 

Tanto Quintana como Jan Van Sande, director de ahorro e inversión de ING España, han subrayado que invertir a largo plazo, de manera diversificada y con gestión pasiva, recurriendo a fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que replican el comportamiento de los índices globales, representa la mejor protección contra esos falsos estereotipos. En concreto, precisan que ofrece al inversor la posibilidad de beneficiarse de la evolución de la economía mundial, del comportamiento alcista que los índices suelen mostrar en periodos largos y de eliminar el componente emocional de decidir cuál es el mejor momento para entrar y salir. 

Además de proporcionar una nueva alternativa de inversión a los clientes, ING lanza esta iniciativa en un momento en el que la banca está activando nuevas palancas para generar ingresos en un contexto en el que los bajos tipos de interés comprimen el margen que obtienen por captar y prestar dinero y la rentabilidad de su negocio tradicional. En este proceso, uno de los caminos está consistiendo en tratar de trasladar a los usuarios de los depósitos, que suponen un coste por muy baja que sea su remuneración, otros productos, como los fondos de inversión o las carteras indexadas, que generan un ingreso a través de las comisiones que llevan aparejados. 

Noticias relacionadas