En los últimos tres meses los precios mundiales del petróleo han caído bruscamente, lo que no solamente ha afectado negativamente las cotizaciones petroleras sino que también ha provocado un déficit de ingresos en muchos países exportadores de energía.

La situación es especialmente grave en el caso de las compañías de los Estados Unidos debido al sobreendeudamiento.

Desde el inicio del año el precio del barril de petróleo Brent cayó un 45,32%, mientras las acciones de las principales compañías petroleras sufrieron sendos recortes:

- Rosneft cae 31,27%.

- Saudi Aramco cae 15,50%.

- Royal Dutch Shell cae 41,90%.

- Exxon Mobil cae 41,98%. 

- Brent vs Rosneft vs Saudi vs BP vs Shell vs Exxon

Según Michael Lynch, presidente de Energía Estratégica e Investigación Económica, para los productores en lugares como Irak y Arabia Saudí, la caída de precios a 50 dólares puede significar una pérdida del 10 por ciento en las ganancias.

Imagen de la evolución del precio del crudo.

En los Estados Unidos, donde el precio de extracción de petróleo es mucho más alto, algunos productores podrían perder hasta el 60 por ciento de sus beneficios.

Hay tres razones que explican la reciente caída: una demanda débil en muchos países debido a la desaceleración del crecimiento económico, un aumento de producción en los Estados Unidos y el desplome del coronavirus. Últimos movimientos además se han debido a la ruptura entre Arabia Saudí y Rusia, que avivó el miedo a una batalla entre productores.

Cuarenta y dos compañías de petróleo y gas se declararon en quiebra en América del Norte el año pasado.

Desde que los precios del petróleo se desplomaron en 2015, se registraron 208 solicitudes de quiebra por parte de los productores, que implican aproximadamente 122 mil millones de dólares en deuda agregada, según el bufete de abogados Haynes and Boone.

Lo más preocupante ahora es que esta cifra seguirá creciendo a medida que la caída en los precios de “oro negro” continúe sacudiendo a los productores.  

A parte de las compañías petroleras, sufrirán los bancos. A principios de esta semana las entidades americanas registraron su peor jornada desde 2009: los cuatro bancos más grandes de EEUU, JPMorgan Chase, Bank of America, Citibank y Wells Fargo bajaron entre un 12 y un 16 por ciento. 

En este contexto, se espera que los bancos de EE.UU. deberán aumentar las reservas para sus exposiciones de petróleo y gas durante el primer y segundo trimestre del 2020.

Los Bancos Centrales

Se supone que los bancos aumentarán sus reservas para préstamos incobrables a los niveles del primer trimestre de 2016, cuando los precios del petróleo estaban en unos 30 dólares.

Resumiendo, los precios de petróleo bajos suponen alto riesgo para el mercado crediticio de Estados Unidos, que en los últimos años se ha convertido en el principal mecanismo para sostener las acciones (al financiar billones de dólares en recompras).

Si el ciclo de crédito se rompe, olvidaremos de recompras, fusiones y adquisiciones, así como la valoración actual de S&P 500.

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