Dudas en Wall Street. Los principales índices de la Bolsa de Nueva York iniciaban la sesión de lunes con ligeras pérdidas tras las ganancias acumuladas la semana anterior y a la espera de que este miércoles se conozca el dato de inflación de octubre de Estados Unidos.
Tras el toque de campana, el Dow Jones cedía un 0,12%, hasta los 34.241,68 puntos; el S&P 500, un 0,29%, hasta los 4.401,25 puntos, y el Nasdaq, un 0,38%, hasta los 13.745,89 puntos.
Boeing (+3,9%), Walmart (+0,37%) y P&G (+0,24%) lideraban las subidas del Dow Jones, mientras que las mayores caídas eran las de Intel (-1,33%), Home Depot (-1%) y Nike (-0,88%).
El tono negativo contrastaba con las subidas acumuladas la semana pasada. El repunte del Dow Jones fue del 0,7%; el del S&P 500, del 1,3%, y el del Nasdaq, del 2,4%.
Esta subida semanal se dio pese a que los miedos a una posible recesión volvieron a resurgir después de que el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijera que no descarta volver a subir los tipos de interés.
"El Comité Federal de Mercado abierto (FOMC, en inglés) está comprometido a lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva como para reducir la inflación al 2% con el tiempo, y no estamos seguros de haber logrado esa postura", afirmó Powell en una mesa redonda sobre políticas fiscales organizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El próximo movimiento de la Fed puede depender los datos de inflación de octubre, que se conocerán este martes. El consenso de analistas espera que la tasa de crecimiento interanual del Índice de Precios al Consumo (IPC) general se modere el 3,3% (3,7% en septiembre), pero que la subyacente se mantenga sin cambios en el 4,1%.
De 'estable' a 'negativa'
Además, los inversores seguían atentos a las negociaciones sobre el techo de deuda de Estados Unidos. “Mike Johnson (presidente de la Cámara de Representantes) ha presentado este fin de semana un plan para volver a extender el límite desde el actual 17 de noviembre hasta enero-febrero 2024, que ahora tendrán que discutir republicanos y demócratas”, explican los analistas de Renta 4.
“En la medida en que no incluye un recorte inmediato del gasto ni cambios en la ley de asilo, es más probable que haya un acuerdo”, subrayan los mismos expertos. Pendiente de este asunto, Moody's rebajó el viernes, una vez finalizada la sesión bursátil en Wall Street, la perspectiva de la deuda estadounidense de 'estable' a 'negativa', “lo que apunta a riesgos crecientes para la fortaleza fiscal del país”, apuntan los analistas de Link Securities.
[Wall Street: demasiado pronto para hablar de Rally de Navidad]
Cabe recordar que Moody’s es la única de las tres grandes agencias de crédito que mantiene su máxima calificación a la deuda estadounidense después de que Fitch rebajara la calificación a largo plazo del gobierno de Estados Unidos a 'AA+' desde 'AAA' en agosto, tras haberla colocado en observación “negativa” en mayo.
Standard & Poor's rebajó la calificación de la primera economía del mundo hasta 'AA+' en 2011 en medio de la batalla por el techo de deuda que tuvo lugar en la primera legislatura del presidente Obama.
"Las calificaciones de S&P y Fitch ya están un escalón por debajo, en AA+, por lo que el movimiento de Moody's puede verse como un paso para alcanzar a las otras agencias de calificación, pero si perdiera su última calificación AAA sería muy simbólico", señalan los analistas de Deutsche Bank, tal y como ha informado Reuters.
En el inicio de la sesión, la rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años repuntaba al 4,687%.