El Ibex 35 ha logrado cerrar su quinta semana consecutiva al alza (+0,56%), con lo que ha igualado la racha positiva con la que comenzó 2023. Y lo ha hecho a pesar de que este viernes ha cedido un 0,37%, hasta situarse en los 9.386 puntos, afectado por los descensos del sector bancario.
Con una docena de valores en positivo, la mayor subida del índice ha sido la de Logista (+2,44%), beneficiada por una mejora de precio objetivo (hasta los 31 euros por acción) por parte de Barclays.
Por el contrario, grupos siderúrgicos y bancos se han anotado las mayores pérdidas. Los mayores descensos han sido los de ArcelorMittal y Bankinter, que han restado un 3,68% y un 2,57%, respectivamente. Al mismo tiempo, CaixaBank, un 1,76%; Unicaja, un 1,17%; Santander, un 1,03%; Sabadell, un 0,71% y BBVA, un 0,47%.
El índice nacional ha mantenido el tono negativo con el que ya terminó la sesión del jueves. El Ibex 35 cortó una racha de seis sesiones al alza en una jornada en la que se conocieron las actas de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE) que señalan que a la política monetaria todavía le queda trecho por recorrer para reducir la inflación.
Los analistas de Renta 4 subrayan que "varios miembros [del BCE] aprecian riesgo al alza sobre las previsiones de inflación hasta 2025 (2%), con creciente división en el seno del BCE respecto a dónde se tienen que situar los tipos de interés”.
Por el momento, el mercado está dividido en torno a la cuantía de la subida de tipos que la institución presidida por Christine Lagarde ejecutará en la reunión que celebrará el 4 de mayo -si elevará las tasas 25 o 50 puntos básicos-. Asimismo, los inversores sitúan el nivel máximo que alcanzará la facilidad de depósito en el 3,75%, desde el 3% actual.
La caída que este viernes ha sufrido el Ibex 35 contrasta con las ganancias que se han anotado las principales bolsas europeas. Los parqués del Viejo Continente -salvo el madrileño- han esquivado los descensos que al mismo tiempo se registraban en la Bolsa de Nueva York.
El Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq se aproximaban a cerrar en negativo una semana marcada por los resultados empresariales de grandes compañías, algunas cifras económicas peores de lo previsto y los comentarios de algunos miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), quienes han anticipado que serán necesarias nuevas subidas de los tipos de interés.
Como ejemplo, las solicitudes iniciales de subsidios estatales por desempleo aumentaron a 245.000 la semana finalizada el 15 de abril. El ascenso fue superior al que habían previsto los economistas, quienes habían anticipado 240.000 nuevas peticiones de ayudas.
Por otro lado, el índice de la Fed de Filadelfia, que mide la actividad de las fábricas en la región del Atlántico medio, cayó a -31,3 puntos en abril según los datos que se conocieron este jueves. El derrumbe, hasta mínimos en casi tres años, fue superior a lo esperado por el mercado.
“Las nuevas señales de desaceleración en la economía americana (encuesta manufacturera de Filadelfia y desempleo semanal) se dejan sentir de forma especialmente negativa en commodities como el crudo”, apuntan los analistas de Renta 4.
Sobre el momento por el que atraviesan las principales economías desarrolladas han aportado más luz los PMI manufactureros y de servicios de abril, indicadores elaborados por la consultora S&P Global.
“La publicación de estos importantes indicadores servirá para que los inversores puedan hacerse una idea más precisa de la fortaleza con la que han iniciado las principales economías desarrolladas el segundo trimestre de 2023”, indican los analistas de Link Gestión.
El crecimiento de la actividad del sector privado de la zona euro y de Estados Unidos ha acelerado en abril hasta máximos de once meses.
Exactamente, el PMI compuesto del bloque del euro ha alcanzado los 54,4 puntos, desde los 53,7 del mes anterior. El mismo indicador, pero referenciado a Estados Unidos, ha aumentado a 53,5 puntos, frente a los 52,3 de marzo.
Sobre los últimos descensos de las bolsas europeas y estadounidenses, los analistas de Link Gestión recuerdan que muchos de los principales índices a uno y otro lado del Atlántico “están muy cerca de sus máximos anuales y, en algunos casos, de sus niveles más altos en más de dos años, enfrentándose actualmente a importantes resistencias”.
Por ello, “no debe sorprender a nadie que a estos niveles se produzcan algunas tomas de beneficios, más aún teniendo en cuenta la rápida recuperación que han experimentado los mismos, así como muchos valores, desde los recientes mínimos de marzo, una vez que el mercado ha dado por superada la crisis de confianza por la que ha atravesado el sector bancario”.
El euro subía frente al dólar y se cambia a 1,097 ‘billetes verdes’.
El precio del petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, sumaba un 0,49% y alcanzaba los 81,5 dólares por barril.
A pesar de este repunte, el crudo europeo perdía un 5,6% en el acumulado semanal. La renovada preocupación por la evolución de la demanda de crudo y las posibles próximas subidas de tipos de interés de diversos bancos centrales mantuvieron bajo presión las negociaciones de esta materia prima.
La rentabilidad del bono español a 10 años aumentaba al 3,518%, mientras que la prima de riesgo de España se elevaba a 103,4 puntos básicos.