El error de la Reserva Federal estadounidense ha sido el de mantener su balance inflado de deuda durante demasiado tiempo mientras que los inversores literalmente jugaban desafiando las leyes de la prudencia y el sentido común atraídos por una falsa sensación de seguridad de que dicha institución está con ellos para protegerles de perder dinero.

No hubo ninguna queja al respecto, pero ahora que los inversores finalmente se han dado cuenta de que la inflación se ha filtrado en una economía recalentada que ha marcado techo, todos reconocen que la Reserva Federal cometió un gran error. Y, para compensarlo, ahora está dispuesta a cometer un error mucho mayor mientras que curiosamente las mismas personas que ignoraron el primer error, también están ignorando ahora este segundo error. 

Sin embargo, mientras que la Fed ha permanecido dormida al volante durante los últimos años, el mercado de bonos ha estado haciendo el trabajo por ellos. El mercado de bonos a dos años se ha disparado al ritmo más rápido de su historia hasta el punto de que su tasa de interés menos el precio oficial de las dos anteriores recesiones tal y como podemos ver en el siguiente gráfico. 

Rentabilidad del bono del tesoro estadounidense a dos años menos el tipo oficial del dinero Eduardo Bolinches Stockcharts

Esto se pone interesante porque nos aboca a una nueva recesión. El mercado de bonos del Tesoro se ha derrumbado y, por lo tanto, el diferencial entre los bonos basura y los bonos del Tesoro se ha reducido por lo que éstos últimos están comenzando a ser tratados por el mercado como de riesgo de perfil crediticio bajo.

Por lo general, los diferenciales se comprimen cuando el mercado de bonos basura se recupera, pero esta vez los diferenciales se están comprimiendo porque los bonos del Tesoro se han derrumbado. Y por lo que sé de mi experiencia como inversor desde hace más de 30 años, y de todo lo estudiado, muy pocas veces el mercado de bonos se equivoca.

Pero todo lleva su tiempo. Actualmente el nivel de pesimismo en el mercado de valores es elevado por lo que el riesgo de ver ahora una caída violenta de los mercados no es precisamente alto. Pero, sin duda, lo que estamos viendo sí que es el comienzo de un mercado bajista con sus bruscos impulsos tanto al alza como a la baja que desorientan a más de un inversor, sobre todo a los más noveles que no han vivido en sus carnes lo que es un mercado bajista más allá de un libro o un gráfico.