Las perspectivas parecen brillantes. Las ayudas fiscales siguen llegando, los bancos centrales de todo el mundo siguen restando importancia a los posibles repuntes de la inflación, las implantaciones de vacunas se aceleran, los casos de la Covid-19 mejoran en todo el mundo, la actividad económica coge más velocidad de lo esperado, especialmente en el sector manufacturero y, por último, los beneficios de las empresas han sido sorprendentemente sólidos en general.

Hay una larga lista de indicadores que abundan en estas direcciones. Sin embargo, a veces un exceso de buenas noticias resulta inquietante para los mercados.

La acumulación de buenas noticias ha provocado inevitablemente una subida de los rendimientos de los bonos a más largo plazo, como en el treasury a 10 años de EEUU y, en Europa, del bund alemán al mismo plazo. El movimiento al alza puede haber sido un poco rápido para los mercados, pero a todas luces estos niveles de rendimientos siguen siendo increíblemente acomodaticios.

El tira y afloja de las mejores noticias y el aumento de los rendimientos está creando volatilidad y baches en el camino, tanto más cuanto que los mercados se han movido con rapidez. Sin embargo, no hay razón para creer que esta cohabitación esté en grave riesgo, el ciclo es todavía muy joven, el estímulo es alto y la demanda reprimida es robusta.

Creemos que es el momento de centrarse en los fundamentos, las perspectivas y las valoraciones para posicionar las carteras. En este momento, creemos que hay dos sectores en particular que están infravalorados: la silvicultura y la visión artificial (machine vision). Una combinación extraña, ciertamente, pero que ha ocupado nuestras mentes e investigaciones y nos ha entusiasmado especialmente.

Los mercados han sido volátiles, pero aún no hemos encontrado razones para cambiar nuestras exposiciones generales o niveles de riesgo

Los bosques son el activo del futuro y, de alguna manera, siguen siendo valorados y analizados a la antigua usanza. Sin embargo, en un mundo con cero emisiones netas, podrían resultar un activo enormemente disruptor. No sólo un bosque puede ser un sumidero de carbono cuando se explota adecuadamente, sino que también proporciona madera para la construcción, envases sostenibles y reciclables, bioplásticos y materiales biocompuestos, productos bioquímicos y biocombustibles.

Es probable que estos sectores crezcan con fuerza en los próximos años. Chicago y Berlín han aprobado rascacielos emblemáticos hechos de madera, Vestas, una empresa danesa, quiere construir turbinas eólicas con madera y algunos cantones de Suiza están estudiando por ley la posibilidad de disminuir el uso de acero y cemento en la construcción en favor de la madera.

Puede parecer increíble, pero la madera laminada cruzada es un 55% más resistente que el acero, es más rentable que éste a igualdad de carga y produce muchas menos emisiones. Noruega o Alemania son probablemente sólo el principio, ya que están apareciendo numerosos proyectos en todo el mundo, desde Tokio a Vancouver.

Las torres eólicas de madera, con la misma resistencia que las de acero, pesan un tercio menos y cuestan menos de producir. British Airways (IAG) y la japonesa All Nippon Airways empezarán a utilizar biocombustibles en 2022, que pueden reducir las emisiones hasta un 70%, y el transportista marítimo Maersk también está aumentando su consumo.

Creemos que hay dos sectores en particular que están infravalorados: la silvicultura y la visión artificial

China está avanzando en el uso de bioplásticos, ya que la prohibición de los plásticos y la "contaminación blanca" son objetivos del actual plan quinquenal. La conclusión es que los bosques y sus productos se han convertido en grandes disruptores que se alían con atributos clave: emisiones negativas de CO2 a medida que crecen, materiales económica y técnicamente competitivos que, además, son biodegradables y producen muchas menos emisiones de CO2 al producirse.

Los mercados han sido volátiles, pero aún no hemos encontrado razones para cambiar nuestras exposiciones generales o niveles de riesgo a la luz del flujo de noticias. Sin embargo, hemos seguido aumentando la exposición a los sectores forestal y de visión artificial, en los que vemos un importante margen de mejora a la luz de las valoraciones, dadas nuestras previsiones de crecimiento.

***Geraldine Sundstrom es gestora de carteras en Pimco