A pesar de todos los problemas y la incertidumbre global, el año terminó con buena nota. En particular, los índices estadounidenses cerraron en máximos históricos, nuevos paquetes de estímulos fueron aprobados tanto por el BCE como la Fed, Biden ganó las elecciones y finalmente fue cerrado el acuerdo Post – Brexit.

En este contexto, ¿podemos decir que de aquí adelante nos esperan meses de estabilidad? Lamentablemente no y se debe a que, incluso teniendo la vacuna, la Covid-19 sigue expandiéndose por todo el mundo, además con nuevas cepas y nuevos riesgos.

Por lo tanto, es poco probable que volvamos a la “normalidad” pronto y nuevos lockdowns tanto en Alemania como en Inglaterra lo demuestran. Uno de los mayores peligros de esta situación es que Europa se enfrenta al riesgo de doble recesión. Con las tasas de infección aún altas, hay pocas perspectivas de un fuerte repunte en los primeros meses de 2021. 

En el caso del Reino Unido, el Banco Central se verá obligado a mitigar los efectos negativos no solamente de la nueva ola de contagios sino también de las consecuencias de Brexit. Desde que en 2016 los ingleses votaron por salir de la Unión Europea, la libra esterlina perdió buena parte de su valor contra el dólar. 

Mientras tanto, los últimos datos de la actividad del sector de servicios del Reino Unido apuntan a mayor contracción en diciembre de lo que se esperaba. En particular, el PMI de servicios de Reino Unido fue revisado a la baja a 49.4 en diciembre frente a los 49.9 esperados.

Por lo tanto, el Reino Unido lleva dos meses consecutivos de contracción tras cuatro meses previos de expansión. En este contexto no debería ser ninguna sorpresa que el optimismo en GBP se desvanece. Es también verdad que la libra podría verse beneficiada de la debilidad del dólar que viene de la victoria de los demócratas en las elecciones al Senado en Georgia.

Aparte de ello, podríamos mencionar que Aquis Exchange Plc, la segunda plataforma de negociación de valores europeos más grande de Londres, registró la migración de casi todos sus negocios a la UE en el primer día de negociación después del Brexit.

A principios de diciembre conocimos que Morgan Stanley planeaba trasladar unos 100.000 millones de euros en activos a Frankfurt del Reino Unido. Por último, el Brexit hizo que 3.517 empleos del sector financiero se trasladasen a la región de París desde que Gran Bretaña votó a favor de abandonar la Unión Europea en 2016.

Por lo tanto, después del Brexit, incluso con el acuerdo, todavía hay mucha incertidumbre en la relación entre las empresas y la industria financiera. Y aquí tenemos que recordad que industria financiera representa cerca de un 80% de la economía británica.

Esto a su vez apunta a que el Reino Unido tardará más tiempo en regresar a los niveles anteriores a la crisis. A menos que disminuyan los contagios y se acelere la campaña de la vacunación, la libra esterlina puede tener dificultades para mantener las ganancias.

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