Wall Street se tomaba una pausa este viernes en su continuado ascenso a máximos históricos que ayer concedió otro triplete de récords al parqué neoyorquino. La tensa negociación en el Congreso para liberar nuevos estímulos se combinaba con el paso por caja de los inversores en el último vencimiento de derivados del año, lo que daba lugar a ligeros reocrtes para los grandes índices americanos.

Si bien las negociaciones para el establecimiento de ayudas a parados y empresas en dificultades financieras por 900.000 millones de dólares parecen apuntar a buen puerto, se abría un nuevo frente. Antes de la medianoche, demócratas y republicanos debían llegar a un acuerdo para el reparto de fondos federales que, de otra manera, llevaría al país a un nuevo cierre parcial de su administración.

Aunque el cierre sería muy limitado, no se antoja como el mejor escenario en plena cresta de contagios de la segunda ola del coronavirus. El Dow Jones se contraía un 0,41% hasta los 30.179 puntos, lejos de los 30.300 enteros que coronó en la víspera. Un 0,35% se dejaba el S&P 500, en los 3.709,4 puntos. Por su parte, el Nasdaq conseguía limitar sus caídas al 0,07% para cerrar en los 12.755,6 enteros.

Macro amable

Sin grandes referencias macroeconómicas de calado, solo destacaba la balanza por cuenta corriente del tercer trimestre. Si bien el déficit de 178.500 millones de dólares empeoraba la lectura del segundo trimestre, suponía una cota más amable que los 189.000 millones que habían descontado los economistas.

Además, el indicador líder de noviembre, que suele analizarse como un buen termómetro a futuro de la evolución de la economía estadounidense, alcanzaba un repunte del 0,6% frente al 0,5% que vaticinaba el mercado.

Ataques y récords

En lo corporativo, una de las protagonistas era Microsoft, que cedía un 0,38% después de haber reconocido que fue víctima de un ataque cibernético a través de una puerta trasera del software SolarWinds.

Aunque las noticias eran mejores para FedEx, las acciones de la compañía de logística perdían un 5,7% este viernes en Wall Street. La cotizada ha anunciado que su facturación trimestral ha batido por primera vez la cota de los 20.000 millones de dólares gracias al mayor negocio que la pandemia y los confinamientos han supuesto para su sector.

Un repunte del 3,4% se anotaban las acciones de Dow Inc después de una mejora de recomendación de los analistas de JP Morgan. Como parte de la generalizada rotación de carteras hacia valores cíclicos, la firma de materiales y química saca pecho.

Los inversores prestaban atención también a Tesla (+6%), que el lunes se incorporará a la cesta de valores del S&P 500. Un índice del que saldrá la inmobiliaria Apartment Investment Management, que este viernes perdía un 2,8%, para hacer hueco a la automovilística. Por si fuera poco, S&P ha abierto la puerta a una mejora a rating de la deuda de la industrial al grado de inversión.

Vacuna en marcha

El rojo también se apoderaba de la farmacéutica Moderna en un claro caso de venta con la noticia. Después de mucha especulación, sus acciones caían un 2,6% a las puertas de conseguir la aprobación de su vacuna contra la Covid-19 por la Agencia de Alimentación y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). De momento, un comité de expertos independiente que asesora al organismo se ha mostrado favorable por 20 votos frente a uno para aprobar el antígeno.

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