La secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, ha adelantado este miércoles que se van a establecer "requisitos adicionales" para disfrutar de los beneficios fiscales de las 'sicav', como exigir a los accionistas una participación mínima de 2.500 euros, para lo que se otorgará competencias a la Agencia Tributaria para comprobar dicho requisito.

Así lo ha adelantado durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso para informar sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, en la que ha detallado que esta medida no se incluirá en las nuevas cuentas públicas, sino en otras leyes aparte, que recogerán otras medidas como el tipo mínimo del 15% para beneficios no distribuidos de las 'socimis'.

En cuanto a las novedades fiscales, ha defendido que se dirigen a "rentas altas y grandes empresas" y son de "limitado alcance", sin perjuicio de que un comité de expertos se encargará de revisar las figuras para acometer en el futuro una reforma tributaria integral, porque "no se puede tener un estado de bienestar de primera con unos ingresos de tercera".

La decisión de exigir una participación mínima de 2.500 euros va en línea de la 'persecución' que en los últimos tiempos ha puesto el foco en los conocidos como 'mariachis', que no son accionistas reales de la sociedad, sino simples aportadores de su identidad para cubrir el cupo necesario de 100 accionistas establecido para constituir una sicav.

En muchas ocasiones, esos socios suelen ser otras sicav gestionadas por el propio banco. Y por este motivo, que por supuesto no implica una ilegalidad, la intención del Gobierno desde hace años es que el control de estas sociedades pasase de la CNMV a Hacienda.

Los datos de la CNMV muestran que el número de sicavs con menos de 100 accionistas se ha incrementado un 33% en el último año. Mientras el número de las que cuentan con más de 1.000 inversores permanece invariable en nueve, las que tienen entre 100 y 300 son un 5,4% menos que hace un mes, mientras que las que cuentan con entre 301 y 500 inversores son un 14% menos.

Al analizar estos datos se entiende que no todos los inversores de las sicavs son ‘ricos’ o meros acompañantes de paja. Sin embargo, varias formaciones políticas, y especialmente Unidas Podemos, han sembrado la sombra de las dudas en torno a su estructura y fiscalidad.

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