Parece ser más parte de un acuerdo global para evitar despidos masivos en España que una decisión meditada de entrar en un sector estratégico aprovechando precios mucho más atractivos que hace unos meses, pero la realidad es que hay conversaciones de alto nivel que apuntan a que España aumentará su presencia en Airbus. 

Realmente, desde el punto de vista bursátil no hay mucho que rebatir. La acción estaba en máximos históricos en febrero casi en los 140 euros y hoy cotiza a menos de la mitad de ese valor. 

De hecho, si echamos un vistazo a la evolución del precios de las acciones de Airbus nos daremos cuenta del desplome sufrido desde finales del mes de febrero hasta marzo y la posterior reacción alcista que tardó en producirse pero que finalmente le llevó al testeo del 38,2 por ciento de toda la corrección sufrida. 

Pero lo realmente interesante, fruto de la debilidad del sector aeronáutico, es que el valor ha vuelto a retroceder hasta encontrarse con la media móvil de corto plazo (linea de color rojo en 61,55 euros) y desde ese nivel ha comenzado a rebotar de nuevo. 

No obstante, el problema está en la debilidad de la reacción alcista que está teniendo lugar desde entonces que me está llevando a pensar que tendremos varias sesiones de lateralidad antes de que las acciones de Airbus reaccionen con fuerza. 

Por ello, la idea sería esperar pacientemente a buscar otro testeo a la media móvil de corto plazo para entrar si vemos una nueva reacción alcista con un stop de protección ligeramente por debajo de los 60 euros. De esta manera podremos tener un ratio riesgo/beneficio muy interesante. Solo si el valor se escapa reconquistando los 70 euros habría que ir corriendo detrás del valor.