La paz sienta bien en la meca de las finanzas. Y la agitación hace daño. Wall Street ha logrado cerrar este viernes la mejor semana del verano gracias a la tregua que parecen haberse concedido EEUU y China en el terreno de los aranceles comerciales después de semanas de fuego cruzado. Sin embargo, se ha quedado sin broche de oro por la enésima bravata de Trump contra la Reserva Federal (Fed). Los resultados corporativos y los indicadores económicos que han la luz este viernes han sido insuficientes para consolidar el rebote.

Con este telón de fondo, cierre mixto para una Bolsa de Nueva York que ha respirado aliviado tras semanas de presión Washington - Pekín. El Dow Jones ha subido un 0,16%, que ha terminado en los 26.403,3 puntos. Un porcentaje aún más comedido (+0,06%) se ha anotado el S&P 500, que despide la semana en 2.926,5 puntos, si bien a primera hora rondaba los 3.000 enteros. Por su parte, el Nasdaq Composite, que había logrado tocar los 8.000, ha terminado un 0,13% a la baja, en 7.062,9 puntos.

El capítulo de la guerra comercial que ayer se diluía por el mensaje de calma llegado desde Pekín ha recuperado cierto protagonismo ante el hecho de que la Fiscalía estadounidense esté investigando supuestos nuevos casos de apropiación de tecnología por parte de Huawei, según ha publicado Efe Dow Jones. Por si fuera poco, Trump ha construido ahora sus acusaciones hacia la Fed y su presidente, Jerome Powell, en la "loca" caída del euro, lo que sitúa a la Eurozona en el blanco de eventuales penalizaciones vía comercial.

Por el ámbito macroeconómico, han llegado cifras que contribuían a sostener el avance semanal de los mercados. Han visto la luz los datos de ingresos y gastos personales del mes de julio. Mientras que los primeros solo han subido un 0,1% y, por tanto, se han quedado a 20 puntos básicos de igualar el pronóstico de los analistas, los segundos han subido un 0,6% y han batido las previsiones en 10 enteros.

Asimismo, la inflación del mismo julio se ha quedado en el 1,6% interanual, lo que además de coincidir con las estimaciones de consenso da cancha al criticado Powell para desplegar más estímulos monetarios. En este sentido, Pimco se ha unido a las voces que junto al presidente Donald Trump exigen al organismo una actuación más ágil y agresiva para apuntalar el crecimiento de la economía estadounidense.

Con todo, la curva de tipos sigue invertida, pues los bonos a dos años cotizan con una rentabilidad del 1,52% frente al 1,503% que marcan los papeles con vencimiento a diez años.

Entre las que este viernes han publicado cuentas, la tecnológica Dell. Sus acciones se apuntan avances del 10,2% después de haber anunciado un beneficio neto atribuido de 3.689 millones de dólares para su segundo trimestre fiscal, que discurrió entre los meses de mayo y julio. La compañía, que volvió a cotizar en bolsa a finales del pasado diciembre, marca distancias con las pérdidas por 499 millones que registró en el mismo periodo hace un año.

También le ha llegado el turno del publicar cuentas a Campbell Soup, que las acoge con alzas del 3,88%. La compañía ha batido las previsiones del mercado con pérdidas de 8 millones de dólares en su cuarto trimestre fiscal. No obstante, las ganancias ajustadas sin extraordinarios alcanzan los 42 centavos por acción, uno más de lo que preveía el consenso de analistas de FactSet gracias a un incremento del 2% en su facturación.

La automotriz Tesla acapara el foco del mercado después de que el ministro chino de Industria e Información haya anunciado que 16 fabricantes de vehículos eléctricos gozarán de ventas a clientes finales libres de impuestos, según ha anunciado Reuters. La posibilidad de que estas exenciones incluyan a la criatura de Elon Musk se traducen en alzas del 1,76% para sus acciones cotizadas en la Bolsa neoyorquina, si bien han llegado a apuntarse ganancias superiores al 5% en la apertura.

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