El Ibex 35 va cuesta abajo y con pocos frenos este agosto. A falta de un par de sesiones para dar carpetazo al octavo mes del año, el índice se deja un 3% y a duras penas logra cotizar por encima de las cotas a las que empezó 2019. Sin embargo, la presión bajista cede y los más optimistas comienzan a presagiar un rebote cercano para la bolsa española.

Los grandes bajistas, aquellos que acumulan posiciones cortas por al menos un 0,5% del capital social de una compañía y están obligados a revelar su condición al mercado, han reducido su presión sobre el conjunto de las cotizadas del Ibex 35 en un 6,23% en el último mes. Así se desprende de los registros más actualizados de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que muestran que en este tiempo su peso total conjunto se ha minorado en casi 10,3 millones de acciones.

A lo largo de este agosto, marcado por los sobresaltos y las caídas, hasta cuatro compañías que sufrían la presión de grandes posiciones bajistas han logrado librarse de ellas. Se trata de Amadeus, Aena, Enagás y MásMóvil, por orden menguante del volumen de cortos que soportaban hace un mes. La primera se ha liberado de una posición equivalente al 1,22% de su capital, mientras que la ‘teleco’ ha visto como la única gestora que acumulaba cortos en contra de su cotización por encima del 0,5% se ha apeado ya de esta cota.

El porcentaje de capital tomado por los inversores bajistas ha descendido del 1% en cuatro cotizadas más en el último mes. Son Viscofan (0,6%), Mediaset España (0,91%), Ferrovial (0,86%) y Bankia (0,69%). El caso de la heredera de Caja Madrid es especialmente significativo porque su cotización se ha desplomado un 7% en lo que va de mes y ha marcado mínimos históricos en los 1,538 euros por título. Por el camino de este descenso se han ido dos de los tres grandes bajistas que presionaban su gráfica. Y el que queda ha rebajado su peso.

La posición conjunta de los cortos sobre las cotizadas del Ibex 35 se ha reducido en 513,2 millones de euros en las últimas cuatro semanas

En total, son 20 las cotizadas del índice español de referencia que se libran de la presencia de grandes bajistas en su accionariado. La posibilidad de que haya inversores más modestos apostando en contra de su evolución en bolsa es imposible de conocer. Esto se debe a que, desde que empezó el año, la CNMV dejó de publicar el recuento general de cortos para alinear los datos que difunde sobre estas prácticas con lo que venían haciendo la mayoría de los supervisores europeos.

Este punto es especialmente relevante para los expertos, ya que desconfían de que según en qué valores el comportamiento de los grandes bajistas no se corresponda con el de las posiciones especulativas más modestas.

A LA ESPERA DE LA MAGIA DEL BCE Y LA FED

A pesar de esta dificultad, varios analistas aprecian una clara señal de alivio en el hecho de que las posiciones más abultadas que ya han cumplido sus objetivos de caída no se hayan renovado hacia cotas más bajas. Un movimiento que permitiría engordar las ganancias ya conseguidas mediante esta estrategia si se tuviera el convencimiento de que la caída aún no ha tocado fondo.

Otro motivo de optimismo al que señalan los expertos es que el Ibex 35 no ha llegado a cerrar nunca por debajo del sólido soporte que le brindan los 8.500 puntos, una cota que sí supondría una puerta abierta a un descalabro mucho mayor que el que ya ha registrado desde sus máximos anuales. Una circunstancia que se combina con la mejora de recomendaciones que en las últimas semanas han recibido varios ‘blue chips’, como Iberdrola y Telefónica, o el hecho de que los recortes de precio objetivo que se han esparcido sobre el pesado sector financiero no haya liquidado su potencial alcista con respecto a la cancha que concedían sus previsiones anteriores.

La ausencia de renovación para las posiciones bajistas que han alcanzado sus objetivos se percibe como síntoma de que los especuladores aguardan un respiro para la bolsa

El tercer argumento que sostienen a favor de un rebote a corto plazo que ha facilitado la liberación de cortos en el parqué español después del castigo acumulado está en las citas que los inversores tienen con los bancos centrales de la Eurozona y EEUU la próxima semana. Ante una oleada de flexibilización monetaria como la que se espera en ambos casos, aunque con distinta intensidad y herramientas, consideran que será el momento de que parte del dinero que en las últimas semanas se ha desviado hacia la renta fija regrese a las bolsas.

Así lo vienen advirtiendo en algunos de sus últimos informes casas de inversión de la envergadura del banco estadounidense Bank of America.

A razón del precio actual de las compañías del Ibex 35, la posición conjunta de los cortos alcanza los 1.071,65 millones de euros. Una cota que se queda sensiblemente por debajo de 1.584,87 millones que sumaban las posiciones cortas de finales de julio y que solo es atribuible en un 5% al retroceso de las cotizadas que componen el índice. El 95% restante es fruto del cierre de posiciones que se ha venido produciendo en las cuatro últimas semanas.

LAS DOS MÁS ACOSADAS

Las compañías que más siguen sufriendo el lastre de los cortos son Cellnex Ence. De hecho, en ambos casos las posiciones bajistas han engordado en el último mes. En contra de la tendencia general del mercado, en la compañía de infraestructuras de telecomunicaciones han pasado del 2,97% al 3,59% del capital. Y ahora son tres los que apuestan a la baja en vez de dos.

En el caso de la fabricante de papel y celulosa, cuyo prolongado retroceso bursátil consigue atraer tanto a bajistas como a los gestores ‘value’ a la caza de gangas, el peso de los cortos ha pasado del 2,56% de finales de julio al 3,35% en el que se disponen a cerrar agosto. En este caso, se mantienen los mismos tres bajistas que hace un mes.

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