Draghi ha hablado. Y los inversores han respondido. Las alzas de primera hora en las bolsas europeas echan el freno después de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE) haya explicado los motivos por los que hay miembros de la institución que ya barajan un recorte de tipos.

Después de haber llegado a remontar más de un 1%, el Ibex 35 se ha conformado con ganancias del 0,2% hasta los 9.169,2 puntos. De nuevo, muy lejos de conquistar el 9.200 puntos que el índice español sí que lograba coronar antes de la comparecencia del primer espada de la autoridad monetaria de la Eurozona. Aún así, ha sido de los pocos de la región en acabar la jornada al alza, pues tanto el DAX alemán como el CAC 40 francés y el paneuropeo EuroStoxx 50 han cerrado con caídas.

Las previsiones del BCE han vuelto a ser sombrías. Aunque la institución concede que el PIB de la Eurozona pueda llegar al 1,2% este año, más de lo que hasta ahora preveía, no considera que en los dos próximos ejercicios se vaya a alcanzar la potencia que hasta ahora describía.

En ambos casos, el pronóstico del organismo es que la economía de la región no sobrepase el 1,4% hasta 2021. Motivos más que suficientes para los miembros de su consejo de gobierno para valorar que cualquier eventual subida de tipos no debería producirse hasta, al menos, el segundo semestre de 2020. Hasta ahora, el retraso para este movimiento se había dejado en "finales" del presente ejercicio.

Los grandes protagonistas de este entuerto han sido los bancos. Si a primera hora de la tarde, tras el anuncio del mantenimiento de tipos, celebraban los detalles sobre el acceso a las subastas de liquidez del BCE, después han comenzado a dolerse de la condena para sus márgenes de negocio de los tipos de interés en mínimos. Y no solo eso, sino de la posibilidad de que incluso con el precio oficial del euro al 0% la institución pueda plantearse recortar aún más otras tasas oficiales, como la de depósito. Así lo ha reconocido el propio Draghi.

Bankia Banco Sabadell han sido los abanderados de estos bandazos de precio en los que han llegado a marcar ganancias del 1% para luego sufrir caídas del 4,2% y del 5%, notablemente ya por debajo del euro por acciónCaixaBank Bankinter también han cedido a negativo tras las palabras del italiano, con retrocesos del 2,03% y el 2,77%, respectivamente. BBVA y Santander han logrado aguantar con más entereza, pero también decididamente a la baja con recortes del 0,7% y el 1%.

Las que no han abandonado sus posiciones colistas sin y con las previsiones del BCE han sido ArcerlorMittal (-1,4%) y Cie Automotive (-0,6%). Ambas dos, entre las más señaladas por los eventuales efectos de una guerra comercial sobre las cotizadas españolas.

Este comportamiento se explica en que, con el rabillo del ojo, los inversores han seguido las noticias que llegaban desde EEUU sobre la guerra comercial. El encuentro entre representantes del gabinete de Donald Trump con delegados de México se prolonga a este jueves con la previsión de que se pueda alcanzar un acuerdo favorable que ayude a salvar el nuevo tratado tripartito con Canadá. Menos clara parece la resolución de la disputa con China, pues el propio presidente ha abierto la puerta a la aplicación de nuevos aranceles a productos procedentes del país asiático.

REFUGIO EN DEFENSIVOS

A salvo de esta tormenta que ha llevado al euro a máximos de siete semanas en el mercado de divisas, hasta los 1,1308 dólares, una vez más los valores defensivos han concentrado las órdenes de compra, con valores tan representativos de esta estrategia de cautela como Grifols (+5,08%), Iberdrola (+2,02%) y Endesa (+1,71%). Red Eléctrica (+1,3%), Naturgy (+0,7%) y Repsol (+0,4%) han sido otros de los valores energéticos que se han apuntado al verde.

Por el mercado secundario de renta fija, la prima de riesgo se asienta en los 85 puntos básicos en una jornada en la que, además del BCE, ha tocado digerir la primera subasta en la que el Tesoro Público español ha logrado colocar deuda a cincos años en tipos negativos y lo mismo para obligaciones a 11 años indexadas a la inflación, que el BCE prevé que este año se quede en el 1,3%.

Así lo bonos a diez años han llegado a explorar nuevos mínimos históricos de rentabilidad por debajo del 0,6%, si bien después han recuperado esta cota hasta el 0,61% frente al -0,24% hasta el que han acelerado los 'bunds' alemanes de referencia. La búsqueda de refugio inversor también se deja sentir en la deuda soberana.

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