En enero, el Banco Central Europeo (BCE) para escudriñar mejor la preocupante deriva que estaba tomando la economía de la Eurozona. Ese tiempo, seis semanas, ya ha pasado, y este jueves ya ha demostrado que la desaceleración del crecimiento le importa, puesto que ha retrasado la subida de los tipos y ha anunciado una nueva ronda de financiación bancaria.