Puede que sea una ramificación más. O puede que sea 'la' ramificación. La denominada 'Guerra comercial' entre EEUU y China ha saltado ya al cuadrilatero de las grandes tecnológicas. Y esta prolongación, dada la relevancia alcanzada por la tecnologia, pone al descubierto el auténtico trasfondo de las tensiones entre Washington y Pekín: la pugna por el liderazgo mundial del futuro

El paso adicional lo dio el presidente de EEUU, Donald Trump. Implorando una emergencia nacional para proteger las redes de telecomunicaciones estadounidenses, el pasado miércoles prohibió a las empresas que hicieran negocios con proveedores extranjeros. Lanzada en genérico, levantaba de facto una barrera de entrada a las tecnológicas china Huawei y ZTE al mercado norteamericano. Siguiendo las 'órdenes' de la Casa Blanca, Google anunció el domingo que suspendía los negocios que mantiene con Huawei, una medida a la que se sumaron luego compañías como Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom.

Y así, aunque amparada en esa emergencia nacional, la 'Guerra comercial' ponía nombres, apellidos e impactos muy concretos a sus amenazas. Con ello, alimentaba el temor a que, aunque parezca imposible, acabe estallando un verdadero conflicto comercial entre las dos grandes potencias económicas por la falta de acuerdo en las negociaciones que vienen manteniendo en los últimos meses. "En este clima de creciente desconfianza, vemos complicado que, al menos en el corto plazo, se puedan reconducir las negociaciones por mucho que el presidente de EEUU, Trump, insista en que es optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial con China", apuntan desde Link Securities. 

LA AUTÉNTICA GUERRA

Aunque, sobre todo, la sensación es que Trump ya ha llevado la supuesta 'guerra' al ámbito al que quería: la tecnología, vista así como el emblema del liderazgo mundial del futuro. Porque será ahí, en la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y el despliegue del 5G donde se librará la batalla por la hegemonía mundial.. Porque pese a que el presente tecnológico está comandado por EEUU, la pujanza tecnológica del gigante asiático cada vez resulta más evidente y desafiante para la mayor economía del mundo, en un ambiente además envuelto en sospechas de espionaje y 'guerra sucia'. 

"Vemos valor disruptivo en la tecnología asiática en comercio electrónico, coches eléctricos o medios de pago. Asia ya está más adelantada que EEUU en estos campos"

Como apunta Frank Schwarz, gestor de renta variable global de MainFirst, "parte del éxito del sector tecnológico en China se debe al apoyo estatal". Y precisa: "El gobierno chino creó el plan estratégico 'Made in China 2025' para trabajar de forma sistemática para convertirse en el líder en campos como el de la tecnología, pero también en otros, como en el de la energía. Esto está permitiendo que florezca una nueva generación de empresarios, comparable a la de Europa hacia 1870".

Esta estrategia está deparando resultados palpables. "Vemos valor disruptivo en la tecnología asiática en áreas como el comercio electrónico, coches eléctricos, tecnología de baterías, producción de semiconductores y formas modernas de pago como Alipay. De hecho, Asia ya está más adelantada que Estados Unidos en este campo", añade Schwarz.

Hay más evidencias. Como la de la irrupción varias compañías tecnológicas chinas entre las más valiosas del mundo por capitalización bursátil. Hasta 2017, el 'top ten' mundial estaba copado por EEUU, con las grandes tecnológicas al frente. Desde ese año, la bandera china asomó su figura en esta selecta clasificación con Alibaba y Tencent

Y ambas siguen ahí. Las dos con un valor bursátil comprendido entre los 400.000 y los 450.000 millones de dólares. Junto a ellas, y para completar las siglas BAT como gran etiqueta de la tecnología china, el buscador Baidu, con 40.000 millones de dólares de capitalización. Aún andan lejos de las estadounidenses, encajadas en las siglas FAANG, con los 530.000 millones Facebook, los más de 900.000 millones de Amazon, los 870.000 millones de Apple, los 155.000 millones de Netflix y los 800.000 de Google (Alphabet). 

Todas ellas saldaron la jornada bursátil del lunes con 'números rojos', especialmente acusados en las firmas chinas. donde los descensos alcanzaron el 7% de Baidu o el 4% en Alibaba o Tencent, pero de los que tampoco se libraron las empresas estadounidenses. Así se las gasta la 'mano visible' de Trump en los mercados. Pero falta conocer la respuesta de China y de sus compañías. Será una prueba de fuego para medir su auténtico potencial tecnológico. Y la 'prueba del algodón' para escrutar las verdaderas intenciones de Trump. 

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