Paula Mercado, Directora de Análisis de VDOS.

El anuncio de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán y la reimposición de sanciones el martes pasado, no por esperado tuvo un menor efecto, suponiendo un revulsivo para los mercados. Tras conocerse, el precio del petróleo escalaba posiciones, por temor a una posible reducción en los suministros disponibles, a consecuencia de las sanciones reimpuestas a Irán.

La mayoría de los principales índices bursátiles europeos ganaban posiciones, con el Stoxx Europe 600 iniciando su cuarta subida consecutiva. Un avance apoyado por el retroceso de la cotización del euro respecto al dólar, lo que tiende a aumentar los ingresos generados por las multinacionales europeas fuera de sus fronteras.

El Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona creció un 0,4% en el primer trimestre del año, cayendo desde el 0,7% del último trimestre de 2017, y la tasa de crecimiento anualizada pasaba de 2,7% a 1,7%, una de las más bajas desde mediados de 2016. Sin embargo, esta ralentización se ha atribuido a factores temporales, incluyendo las difíciles condiciones climáticas de marzo y las huelgas de Francia y Alemania, países en los que se ha notado menor crecimiento. Las estimaciones apuntan a un crecimiento del PIB para lo que resta de 2018 más cercano al 2,4% del pasado año.

En el terreno inflacionario, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de la Zona Euro cayó en abril desde el 1,3% interanual hasta el 1,2%. Si bien los precios de alimentación, alcohol y energía aumentaron, no fue así en el caso del sector servicios. Como consecuencia, la inflación subyacente, que excluye alimentación y energía, cayó incluso de forma más notable, desde 1 hasta 0,7%.

Aunque el Banco Central Europeo (BCE) se ha mostrado más optimista sobre el crecimiento económico de la Eurozona, este optimismo todavía falta por manifestarse en forma de aumento inflacionario, que continúa bastante por debajo del objetivo de 2% del banco central. La buena noticia para la renta variable es que, considerando los últimos datos de inflación, parece poco probable que la política monetaria del BCE se normalice con intensidad en un futuro próximo.

En este entorno, no puede decirse que la renta variable de la Eurozona haya sido de las que ha tenido un comportamiento más notable en el año hasta ahora, pero se ha recuperado de la corrección del primer trimestre, con la categoría VDOS de fondos de inversión de Renta Variable Euro ganando un 2,25% desde enero.

De una selección de fondos con la mayor calificación VDOS de cinco estrellas, el mejor comportamiento en el periodo corresponde a la clase A en euros de AB FCP I-EUROZONE EQUITY PORTFOLIO con un 5,1% de revalorización. Referenciando su gestión al índice MSCI EMU, obtiene a un año una rentabilidad de 6,5%, con un controlado coste por volatilidad en el mismo periodo del 9%, que lo sitúa en el quintil cuatro, en el segundo mejor grupo de su categoría por este concepto.

Invierte principalmente en valores de renta variable de empresas de la zona euro que ofrecen rentabilidad potencial a largo plazo y valoraciones atractivas. Aprovecha esta perspectiva para aprovechar las ineficiencias del mercado generadas a corto plazo por reacciones desproporcionadas de los inversores ante preocupaciones macroeconómicas, sectoriales, o específicas de cada empresa. Para su gestión, se emplea un enfoque ascendente bottom-up disciplinado que combina la investigación fundamental con herramientas cuantitativas patentadas para identificar oportunidades de inversión atractivas.

Las mayores posiciones en la cartera del fondo incluyen el fabricante de aviones civiles Airbus (4,27%) la farmaceútica Sanofi (3,55%) la alemana de semiconductores Siltronic (3,05%) Repsol (2,98%) y el grupo asegurador alemán Allianz (2,97%). La inversión en el fondo requiere una aportación mínima de 2.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija de 1,55%. Suma un patrimonio de 867 millones de euros.

MIRABAUD-EQUITIES FRANCE se revaloriza un 4,1% desde el pasado 1 de enero, en su clase A de capitalización en euros. En el último año, su rentabilidad es de 4,4%, con un dato de volatilidad en el mismo periodo del 11%. Toma como referencia para su gestión el índice CAC 40 Net TR, invirtiendo un mínimo del 75% de su patrimonio en renta variable de emisores franceses, sin especialización en sector alguno.

Entre sus mayores posiciones encontramos nombres como la petrolera Total (4,90%) la clase A de BNP Paribas (4,50%) Sanofi (4,10%) el grupo asegurador AXA (3,20%) y LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton (3,10%). Cuenta con un patrimonio bajo gestión de 120 millones de euros, gravando a sus partícipes con una comisión fija de 2,40 por ciento.

De la gestora belga Degroof Petercam Asset Services, DPAM INVEST B EQUITIES EUROLAND avanza un 3,2% en el año por rentabilidad, anotándose un 6,9% a un año, con un dato de volatilidad del 8,9%, en su clase B. Su cartera invierte en empresas de Estados Miembros de la Unión Europea que formen parte de la zona euro, contando con un patrimonio total gestionado de 1.060 millones de euros.

Referenciado al índice MSCI EMU Net Dividend Reinvested, las principales posiciones en su cartera corresponden a acciones de la petrolera francesa Total (4,8%) Banco Santander (4,5%) la fabricante holandesa de maquinas para la producción de circuitos integrados ASML Holding (3,6%) el grupo asegurador alemán Allianz (3,6%) y el grupo bancario belga KBC Groep (3,4%). Por país, las mayores ponderaciones son en Finanzas (21,4%) Industria (14,3%) Consumo duradero (13,4%) Consumo básico (12,2%) y Tecnologías de la Información.

Por país, Francia (35,5%) Alemania (15%) Italia (11,8%) España (11,2%) y Países Bajos (7,6%) representan los mayores pesos en la cartera del fondo. Aplica a sus partícipes una comisión fija de 1,5% y de depósito de 0,04%.

Por primera vez en casi diez años, los principales riesgos económicos están concentrados en Estados Unidos, al mismo tiempo que el crecimiento económico se acelera en el resto del mundo. En Europa, la recuperación de los beneficios empresariales y valoraciones más atractivas, por debajo de su media histórica, están apoyando una favorable evolución de la renta variable.