El texto, firmado por el economista y catedrático Joaquín Maudos, recoge que la deuda de familias y empresas se ha reducido en casi 500.000 millones de euros (482.000 millones) desde 2010, unos 50 puntos del PIB, "intenso proceso de desendeudamiento" del sector privado que se ha visto favorecido, según el autor, por la reducción de los tipos de interés, hasta el 0% actual.

Así, si en 2007 el servicio de la deuda (intereses más amortizaciones respecto a la renta bruta disponible) hipotecaba el 25% de la renta bruta disponible de las empresas y familias, en la actualidad el porcentaje ha caído al 15%, nivel similar al de Reino Unido e inferior al de Francia (17,1%), aunque aún por encima de Alemania (9,7%) e Italia (11,2%).

En cuanto a la renta bruta disponible, el estudio de Funcas indica que la deuda de las empresas españolas equivale a 4,7 veces su beneficio bruto, valor ligeramente superior al de las empresas de la eurozona (4,5 veces). En el caso de las familias, la deuda de los hogares españoles representa el 107% de su renta bruta disponible, 13 puntos por encima de las familias europeas.

Pese a este esfuerzo, el endeudamiento es todavía uno de los principales "factores de riesgo" de la economía española, según Funcas. En concreto, apunta que el sector privado aún presenta una ratio de deuda sobre el PIB del 166%, claramente por encima del umbral del 133% a partir del cual la Comisión Europea considera que existe un desequilibrio económico.

Según el estudio, la razón es que una subida de los tipos de interés aumentaría "de forma sustancial" la carga financiera, restando recursos de las actividades productivas. Por ello, el autor defiende que para que la deuda siga cayendo es necesario que continúe el proceso de desapalancamiento y que el coste de financiación se mantenga en niveles "razonables". "De lo contrario, volverá a empeorar la vulnerabilidad financiera", reitera.

EL CUMPLIMIENTO DEL DÉFICIT ES POSIBLE

En otro artículo de 'Cuadernos de Información Económica', el economista Santiago Lago mantiene que el cumplimiento del objetivo de déficit global para este año, situado en el 3,1%, es "alcanzable" gracias a la aceleración del crecimiento económico y el "margen de maniobra" de que dispone el Gobierno para aprobar medidas adicionales que le permitan cuadrar las cuentas.

No obstante, advierte de que existen "factores imprevistos" que dificultan la consolidación fiscal en 2017, y que podrían presentar "algunas décimas de desviación del objetivo", como las posibles responsabilidades patrimoniales del Estado en el rescate de algunas autopistas de peaje o el hecho de que los ingresos no se han comportado como se preveía en el primer trimestre del año.

Más allá de 2017, subraya que el ajuste se seguirá realizando por el lado del gasto (el 80% en el lado del gasto y un 20% en el de los ingresos), pero señala que España seguirá manteniendo un déficit estructural próximo al 1,5% del PIB, que restaría capacidad de maniobra a la política fiscal en el marco de estabilidad europeo.