Estos órganos dependerán de la dirección de la ATC y coordinarán funcionalmente el trabajo de los servicios territoriales, según ha informado hoy la Agencia, que a partir de ahora operará bajo el principio de competencia territorial única, de manera que las oficinas centrales extenderán su ámbito de actuación a toda la geografía catalana, independientemente del lugar de residencia de la persona, la ubicación de sus bienes o de su actividad económica.

Según la Generalitat, la finalidad de esta fórmula es "agilizar y desburocratizar la aplicación de los tributos en un contexto en el que cada vez se utilizan más los medios telemáticos y donde crece la movilidad de bienes y personas".

Este refuerzo organizativo, junto con el despliegue territorial que está llevando a cabo la ATC, responde a la voluntad del Govern de dotar a la Agencia de los mecanismos que le han de permitir llevar a cabo las funciones de recaudación ejecutiva que está a punto de asumir y de gestión directa completa de los impuestos cedidos por el Estado.

Se trata del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y el impuesto sobre sucesiones y donaciones, que actualmente liquidan, además de la ATC, los registradores de la propiedad. EFECOM

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