La semana pasada se cumplieron cuatro meses desde la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. En ese momento pocos anticipaban que la economía estadounidense iría tan bien en el inicio del año como está demostrando. La expectativa de una política fiscal expansiva ha dado confianza a las empresas y los consumidores, lo que ha acelerado el círculo virtuoso del empleo, los salarios y el consumo. Ante esta situación, la Reserva Federal (Fed) no podía tomar otra decisión que subir los tipos de interés como efectivamente ha hecho. 

La entidad presidida por Janet Yellen ha incrementado el precio oficial del dinero en 0,25 puntos porcentuales (25 puntos básicos), hasta dejarlo en una horquilla que va desde el 0,75% al 1%. Esta es la primera subida de tipos de este año, pero la entidad anticipa otros dos movimientos al alza en los tipos de interés este año, hasta dejarlos entre el 1,25 y el 1,5% al final del año. Así lo apunta el cuadro de puntos que refleja las proyecciones de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).

Esta ha sido la tercera subida de los tipos de interés desde que comenzara el ciclo alcista de la economía estadounidense, pero el ritmo se ha acelerado claramente. La primera subida de los tipos se realizó en diciembre de 2015 y la siguiente fue un año después, en diciembre de 2016. Para este tercer movimiento ha sido necesario esperar sólo un trimestre, lo que refleja que los miembros de la Fed ya ven una recuperación sólida de la economía, una situación internacional y de mercados tranquila y una inflación sostenible.

No es necesario subir mucho los tipos de interés para mantener una política monetaria neutral

De hecho, la Reserva Federal apenas ha modificado sus previsiones macroeconómicas para este año. Simplemente ha elevado en una décima la estimación del IPC subyacente (el que excluye la energía y los alimentos no procesados) hasta el 1,9%. Sin embargo, para los dos próximos años cree que tanto el índice general como el subyacente se mantendrán anclados en el 2%, justo el objetivo de la entidad.

Subidas paulatinas

Estas cifras muestran un escenario en el que la Fed conseguirá controlar el repunte de los precios con subidas muy paulatinas de los tipos de interés. Sus previsiones pasan por subir otras tres veces los tipos de interés en 2018, hasta dejarlos en una horquilla que va del 2% al 2,25%, y otras tres en 2019, hasta llevarlos al 2,75% - 3%, lo que ya sería equivalente al nivel de equilibrio de largo plazo.

Para Yellen "no es necesario subir mucho los tipos de interés para mantener una política monetaria neutral". En otras palabras, realizando una subida paulatina del precio del dinero, la política monetaria será neutral, esto es, no interrumpirá la recuperación económica y tampoco fomentará desequilibrios en el crecimiento.

La presidenta de la entidad ha defendido que hay "muchas evidencias" de que el tipo de interés natural está por debajo del nivel en el que estaba antes de la crisis económica. Esto significa que una política monetaria que hace una década sería expansiva, actualmente es neutral. Por ejemplo, la aversión al riesgo ha aumentado, por lo que hay mayor propensión al ahorro en instrumentos seguros y, por tanto, los tipos de interés del mercado para los activos sin riesgo se han reducido.

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