Se reaniman las grandes fuerzas que mueven el mercado de divisas, la mayor bolsa del mundo tanto por liquidez como por actividad: 24 horas, de domingo a viernes. Y dentro de este corro de negociación global, el euro lleva las de perder. Son buenas noticias para los exportadores y malas para los importadores. En los últimos doce meses, la cotización de la moneda única se ha derrumbado un 22% interanual, algo no visto desde el 'crash' de Lehman Brothers de 2008.

Pero, ¿qué empuja al euro hacia abajo? Principalmente, la divergencia de políticas monetarias entre EEUU y Europa, al tiempo que la propia fortaleza del dólar. La Reserva Federal (Fed) está construyendo la primera subida de tipos en más de nueve años, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) continúa con los estímulos monetarios, rebajando las expectativas de valor del euro frente al dólar.

En los últimos días, la cotización del euro ha caído hasta niveles no vistos desde el pasado mes de marzo (en el entorno de los 1,05 y 1,06 dólares), que a su vez son los niveles más bajos de la cotización desde marzo de 2003. Por entonces estalló la Guerra de Irak y se desató un mercado alcista en el petróleo que alcanzó su techo a mediados de 2014. Euro y crudo se han dado la mano en su caída en estos meses, generando tasas negativas en los IPCs, si bien esto puede cambiar en 2016.