Las aguas siguen revueltas en Prisa, una situación que ha intranquilizado al mercado. Este lunes el editor de El País enviaba un hecho relevante a la CNMV indicando que el 48,4% del capital se había comprometido a suscribir la ampliación de capital de 450 millones anunciada el viernes y que deberá ser aprobada en junta extraordinaria de accionistas el 15 de noviembre.

En la nota remitida a la CNMV, el grupo indicaba además que seguía trabajando para lograr un mayor apoyo por parte de sus actuales accionistas y que había recibido ofertas de "varios bancos" interesados en apoyar esta operación.

Caen hasta un 10% en una jornada

Este comunicado no hace más que confirmar que la guerra entre los accionistas de la compañía continúa y que podría llevar a fracasar la ampliación de capital, condición indispensable para que la compañía pueda hacer frente a sus obligaciones financieras de más de 1.500 millones de euros. 

El mercado ha interpretado que esta ecuación no está resuelta y por ello ha castigado en Bolsa a Prisa que a media jornada caída hasta un 10%. Al cerrar la jornada el grupo cerró con un desplome del 8,17% en los 3,16 euros, recuperando parte de lo perdido durante el día.

En una semana Prisa ha perdido un 6% de su valor bursátil y en lo que va de año se ha dejado más de un 40%. Todo ello al calor de las guerras al interior del grupo.

La última batalla ha sido la renuncia de Javier Monzón a presidir Prisa. El candidato del Banco Santander y Telefónica decidía dar un paso al costado poniendo en riesgo la ampliación de capital a la que estas empresas se habían comprometido, pero solo si se elegía a Monzón.

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