Nuevo jarro de agua fría para el sector turístico en España. Y van tantos en pandemia que cuesta enumerarlos. El último lo protagoniza nuestro principal país emisor de turistas, Reino Unido. Ha vuelto a dejar a España fuera de la lista verde de países para viajar este verano y nos mantienen en ámbar, un color que tira por tierra las previsiones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de recuperar entre el 60% y el 70% de turistas internacionales de 2019.

Una estimación es la que realizó en Fitur durante la presentación del pasaporte sanitario europeo. Así, de los 83,7 millones de extranjeros que visitaron España en 2019, nuestro país recuperará entre 50,2 millones y 58,5 millones al finalizar este año. Cifra que supera los 40 millones de turistas que pronosticó la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto

Si ya de por sí era complicada de cumplir, ahora lo es un poco más con la falta de turistas ingleses, al menos durante tres semanas hasta que haya una nueva revisión por parte del Gobierno de Boris Johnson.

Todo un drama si tenemos en cuenta que es nuestro principal país emisor. En 2019, más de 18 millones de británicos llegaron a España y gastaron 17,9 millones de euros, mayoritariamente en Canarias y Baleares. Archipiélagos que, por cierto, tampoco han conseguido el tan ansiado color verde que deseaban obtener al margen de España. 

Cifras que están muy alejadas la situación actual. En lo que va de año (hasta abril, según el dato más actualizado por el INE), España ha recibido solo 1,8 millones de turistas. De ellos, 79.671 son ingleses que se han atrevido a venir a España pese a que la vuelta no es tan fácil. 

¿Por qué? El problema de estar en ámbar no es que esté prohibido viajar, sino que los viajeros británicos están obligados a hacer cuarentena a la vuelta de sus vacaciones. Tienen que permanecer en sus domicilios durante un periodo de 10 días, además de someterse a dos pruebas de PCR una vez en territorio británico. Y, como es lógico, las cuarentenas generan rechazo en los viajeros. 

Verano

Para más drama, esto ocurre a las puertas de la temporada alta de la mayoría de destinos españoles. Se esperaba la llegada de entre 8,5 y 10 millones de turistas. Y ahora también queda en duda. De hecho, ese dato está aún muy lejos de los 28,9 turistas internacionales que recibimos en los meses de julio, agosto y septiembre de 2019. Lo deseable es que supere a los 6 millones de viajeros de 2020.

Turistas en Valencia, el fin de semana pasado. EFE

La decisión del Gobierno de Boris Johnson rebaja las esperanzas entre las empresas turísticas. “El sector alojativo estaba expectante, pero esta mala noticia da al traste con las grandes posibilidades que tenemos de recuperar parte del verano, sobre todo en el mes de junio”, ha señalado Jorge Marichal, presidente de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

Pero no todo está perdido. De hecho, la clasificación de los países por el sistema de semáforo se revisa cada tres semanas. Si en 21 días estamos en verde, puede que se repita lo que pasó en Portugal: en cuestión de unas horas la demanda de vuelos se disparó y aerolíneas como Ryanair tuvieron que fletar más aviones al país luso solo porque Reino Unido les añadió en la lista de países que recomienda viajar. Aunque ahora han vuelto al color ámbar.

Falta de diplomacia

Otro factor es la labor diplomática de España que, de nuevo, ha quedado en entredicho; algo que el año pasado le echó en cara el sector en bloque al Gobierno. ¿La razón? No evitar que una gran cantidad de países -incluido Reino Unido- impusieran vetos para viajar a nuestro país beneficiando a países competidores como Grecia o Turquía. 

Tampoco ha servido de nada que desde el 24 de mayo Reino Unido esté en la lista del Gobierno español de países y regiones administrativas especiales cuyos residentes no se ven afectados por la restricción temporal de viajes no imprescindibles a la Unión Europea a través de las fronteras exteriores.

Y el efecto de la campaña de Turespaña también queda diluido. Bajo el nombre de ‘Te mereces España’, la campaña se lanzó el 17 de mayo dirigida a los mercados de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Polonia y Suecia. En 2019 representaron más del 65% de los viajeros que llegaron a España. El propio Gobierno anunció que en países como Reino Unido se reforzaría la publicidad mostrando a España como un país seguro. 

En definitiva, el golpe turístico es duro, pero no todo está perdido. Así que en tres semanas la situación podría cambiar si los datos sanitarios mejoran en nuestro país.

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